La cuarta muerte de Luis Miguel

El pasado mes de mayo, un rumor nacido en Twiter hizo temblar las redacciones de algunos periódicos: «Luis Miguel muere al no superar una operación de cirugía estética en Los Ángeles». Tremenda bomba, cuando aún no se había cumplido el primer aniversario de la súbita desaparición de Michael Jackson. El total hermetismo de su familia y amigos sólo sirvió para alimentar todo tipo de hipótesis sobre la suerte de uno de los grandes ídolos de la música latina. Miles de fans que se lanzaron a la red en busca de alguna pista cayeron víctimas de la depresión. En el mejor de los casos, podía estar vivo pero en coma irreversible tras pasar por el quirófano para rejuvenecer su rostro.

Otras fuentes hablaban de un extraño virus y hasta de graves secuelas tras una sobredosis de alcohol y drogas. Luego vendrían las primeras declaraciones tranquilizadoras de algunos de sus allegados, como el cantante Ricardo Montaner, que dijo en un 'tweet' que su amigo estaba bien. Lo mismo haría luego Alejandro Sanz.

Desde entonces todo han sido especulaciones sobre la salud y el paradero de 'Luismi'. El único dato real fue que a principios de abril -justo cuando cumplía 40 años- el cantante entró a una clínica de Los Angeles, de la cual nadie lo vio salir. Parte de esa incertidumbre se rompió el lunes cuando la agencia de publicidad 'PR Newswire' emitió un breve comunicado en el que da cuenta de su vuelta triunfal a los escenarios con tres conciertos en el Caesars Palace de Las Vegas los días 15, 17 y 18 de setiembre. El texto incluye indicaciones para la compra de entradas (entre 194 y 74 euros), pero ni una palabra sobre el estado de salud del cantante. Tampoco se han publicado nuevas fotos ni se dan explicaciones sobre su controvertida y prolongada ausencia. En un intento de disipar dudas sobre el futuro del artista, su empresa productora ha anunciado una extensa gira por Estados Unidos y Latinoamérica.

«Es un asunto cómico»

Los seguidores más fieles de 'El Sol' mexicano no dudan de que su ídolo regresará con la fuerza acostumbrada. Recuerdan una 'desaparición' similar a la actual ocurrida hace 18 años, cuando el artista se mantuvo alejado de los escenarios y de los medios durante un año, lo que generó un sinfin de publicaciones sobre su muerte. Incluso se llegó a decir que su cuerpo había sido congelado y un doble con 'playback' le sustituía en los conciertos. Luis Miguel zanjó de golpe el asunto con una reaparición en en Miami abril de 1992. «Me han matado tres veces. es cómico el asunto», dijo entonces.

Aquel misterio dio excelentes resultados comerciales y todos los conciertos programados en los meses siguientes agotaron las localidades. Algunos mal pensados ya hacen paralelismos entre ambas ausencias y no descartan que también ahora se esté jugando a revitalizar la fama y, como no, la cuenta corriente de una estrella que ha vendido 60 millones de discos. Sería la cuarta muerte de Luis Miguel.