Editorial

Los flecos del debate

El Gobierno superó la prueba, pero su estabilidad queda en manos nacionalistas

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La defensa y votación ayer de las resoluciones presentadas por los grupos políticos no depararon sorpresas: el Gobierno fue conminado a no congelar las pensiones; también aceptó prorrogar otros seis meses la ayuda de 426 euros a los parados de larga duración. En la heterogénea lista de asuntos tratados figuraban el aborto, la memoria histórica, el 'burka' -cuyo rechazo no prosperó-, los impuestos. Demasiada ambición para tan vertiginosa ceremonia. Lo más relevante de la sesión de ayer fue sin embargo la observación de las relaciones del Gobierno con las minorías nacionalistas, ya que le va en ello la estabilidad. Y la constatación de que en tanto el PSC se mantiene vinculado al PSOE en la cuestión estatutaria, el conjunto de los partidos catalanes es incapaz de conseguir una posición común, como por otra parte es lógico: no es posible conciliar el soberanismo de CiU y ERC con el autonomismo del PSC. Tanto ha sido así que la propuesta de resolución del PSC-PSOE que recogía el malestar catalán e instaba al Gobierno a desarrollar en lo posible las partes recortadas del Estatuto fue derrotada al no adherirse ningún grupo a ella. CiU ya había advertido de su posición si los socialistas no aceptaban explicitar el preámbulo del Estatuto, que Montilla había convertido en el lema unitario en la sesión del Parlamento catalán de la pasada semana. La estrategia de supervivencia del Gobierno pasa sin embargo por la seducción del PNV. A tal fin, el PSOE presentó enmiendas a once de sus quince resoluciones, con ánimo de alcanzar pactos. La respuesta del PNV fue hosca: calificó de «mercancía averiada» las enmiendas y avisó a los socialistas de que tendrán que mostrar más voluntad si quieren su apoyo en los Presupuestos. Pese a la dureza de CiU con el Gobierno, fruto de su estrategia electoral en las autonómicas de otoño, la federación se abstuvo en la votación del techo de gasto -lo que le daba luz verde-, primer trámite de la elaboración presupuestaria, porque es «un paso necesario en la reducción del déficit». Sin embargo, el portavoz de CiU insistió en que su grupo no apoyará los Presupuestos. Lo que deja al Gobierno en manos del PNV, que ayer votó sin embargo en contra. El precio será alto.