ESPAÑA

El PSOE asume que tendrá que sacar en solitario el 'techo de gasto' para 2011

El Gobierno se lanza a una campaña interna para apaciguar la inquietud de los cuadros socialistas tras el viraje económico

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los socialistas dan ya por hecho que no contarán más que con sus 169 diputados para sacar adelante este martes el 'techo de gasto' de los Presupuestos Generales del Estado. No es ninguna novedad. Al margen de que en los últimos tiempos el Gobierno haya sido incapaz de cosechar apoyos para poner en marcha iniciativas clave -le ocurrió con el decreto de recorte del gasto público y con el de la reforma laboral- rara vez los grupos parlamentarios se mojan en esta votación, que, de hecho, es un mero trámite. Pero la foto de la soledad disgusta a la dirección del PSOE.

La semana que arranca será posiblemente la última en la que el Congreso de los Diputados viva una actividad frenética, hasta el próximo mes de septiembre. El grupo parlamentario socialista no quiere echar el cierre con la imagen de un Gobierno aislado. Sabe que lo más que puede pedir a CiU y PNV en esta fase previa a la elaboración de las cuentas públicas para 2011 es que se ponga de perfil y que, pese a la promesa de José Luis Rodríguez Zapatero de incluir en los Presupuestos un ajuste fiscal para que quienes más tienen aporten más, el grupo formado por ERC, IU e ICV le dará la espalda. «Como siempre -vaticina un dirigente en el meollo de las negociaciones- saldremos a flote con las abstenciones». En este caso, de los nacionalistas.

Asumida la situación, la formación gubernamental pretende echar el resto con las resoluciones del Debate sobre el Estado de la Nación que serán sometidas a la votación del pleno también el martes. Ahí es, a su juicio, donde se la juegan. Porque, en términos generales, los socialistas están animosos. Creen que su líder resultó claro vencedor del 'cara a cara' con Mariano Rajoy, que sobrevivió al que supuestamente iba a ser su combate más duro y que, en contra de lo vaticinado por la oposición, el presidente del Gobierno sigue erguido. «Si alguien está en soledad -defendió ayer el vicesecretario general del PSOE, José Blanco- es el PP: nadie le acompañó en el Parlamento en su petición de elecciones generales».

Ahora, admiten, toca rematar la faena y ser capaces de pactar un buen número de los textos que, a modo de conclusión del Debate, han presentado los grupos. El plazo de enmiendas acaba hoy a las ocho de la tarde y mañana, antes del mediodía, los acuerdos deben estar cerrados. «Va a ser una noche muy larga», se temen en el PSOE. Lo que más preocupa es dar a los populares una victoria gratuita a cuenta del 'Estatut'. Casi todas las formaciones han presentado una resolución sobre este asunto, pero existe el temor de que no sea posible hallar un punto de encuentro con las formaciones catalanas. Los socialistas entienden que lo idóneo sería asumir la propuesta del Parlament: convertir en resolución el preámbulo de la norma catalana.

Recortes

El 'gol' que, en cambio, tendrá difícil parar el Gobierno es el rechazo unitario a la congelación de las pensiones. La batalla está perdida en el Congreso, pero Zapatero pidió el sábado a los 'notables' de su partido reunidos en el Comité Federal que pongan en marcha una campaña interna de explicación sobre las reformas estructurales y de ajuste del déficit para combatir la idea de que el Gobierno ha renunciado a sus principios socialdemócratas.

Los primeros en seguir sus instrucciones fueron ayer Blanco, en la clausura de la escuela de verano para jóvenes cuadros socialistas de la Fundación Jaime Vera, y el vicepesidente tercero del Ejecutivo, Manuel Chaves, en la escuela municipal de verano del PSOE, en Mérida. El responsable de la política territorial del Gobierno reiteró a los asistentes que no podrán contar pronto con la prometida reforma de la financiación local. Pero al mismo tiempo les pidió «firmeza» en la defensa de lo que está haciendo el Gobierno.