Varios vehículos esperan en el paso hacía el Peñón. :: LA VOZ
CAMPO DE GIBRALTAR

Caruana acusa al alcalde de La Línea de abuso de poder

La polémica surge tras la decisión de Sánchez de endurecer las medidas policiales en la frontera si no recibe ayudas del Estado

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La polémica política está servida. El anuncio por parte del alcalde, Alejandro Sánchez, de que iba a adoptar medidas de presión al Gobierno para reclamarle ayudas para la ciudad, empleando el uso de acciones policiales en la frontera con Gibraltar, ha generado numerosas reacciones políticas.

El ministro principal de Gibraltar , Peter Caruana, acusó ayer al regidor de «abusar de su poder», tras las medidas policiales adoptadas en la frontera entre el municipio y el Peñón. Caruana responde así a las medidas adoptadas por el primer edil linense ante el «desprecio» hacia el municipio por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores español, según denunció el jueves por la tarde en una rueda de prensa.

Según el regidor linense, el Gobierno español en sus negociaciones «favorece única y exclusivamente a Gibraltar y ciudad de La Línea es la que sale perjudicada». Por este motivo, anunció que emprenderá una campaña de protesta y que ya el jueves se estableció un control de la Policía Local en el vial de salida de la frontera que colapsó las entradas y salidas. Durante la mañana de ayer también se produjeron algunas colas.

«De inmediato se ha producido una llamada a Exteriores por parte de las autoridades de la Roca y cuando ellos llaman Exteriores se cuadra», afirmó el alcalde.

Sánchez matizó que el objetivo no es «perjudicar a Gibraltar ni a los trabajadores españoles en el Peñón» y añadió que los controles se efectuarán «a horas muy precisas para demostrar que La Línea de la Concepción existe». Caruana, por su parte, ha tachado de «inaceptable» lo que considera un «abuso por parte de políticos del poder de la policía sobre ciudadanos» y afirmó que esta actuación «no es aceptable en una democracia».

El ministro principal de Gibraltar aconsejó al alcalde de La Línea que busque «maneras de conducir su política doméstica con el gobierno central sin involucrar a sus fuerzas policiales para hostigar a los gibraltareños». La medida se lleva a cabo una semana antes de la próxima reunión técnica del Foro Tripartito de Diálogo, que se celebrará en Gibraltar.

«Quien crea que todo va a ir bien se equivoca, nos plantaremos ante el Gobierno de España con medidas contundentes pues no estoy dispuesto a permitir que La Línea sea el suburbio de Mónaco», declaró el alcalde, en su rueda de prensa más contundente desde que accedió a la Alcaldía en octubre del año pasado, tras la inhabilitación del anterior regidor, Juan Carlos Juárez.

Estos hechos se contextualizan en una reivindicación que viene planteando el PP en los últimos años, relativa a que La Línea necesita ayudas del Estado, debido a la falta de grandes industrias y a la cercanía con Gibraltar.

Las nóminas, en riesgo

A su vez, el Ayuntamiento tiene dificultades para pagar las nóminas de los trabajadores municipales, lo cual genera protestas y críticas por parte de oposición, sindicatos y de los afectados. El mensaje que traslada el Consistorio es que La Línea está olvidada por el Estado, que favorece a Gibraltar y por tanto reclama ayudas. Tras unos meses en los que se ha ido pagando la nómina con regularidad, vuelven los problemas al Consistorio. El PP se defiende asegurando que ha cumplido su cometido, contextualiza esta situación en la crisis general y pide ayuda al Gobierno.

Pero la oposición considera que la situación es culpa de la mala gestión realizada durante estos años, con un enorme endeudamiento municipal. La política linense se ha caracterizado en los últimos años por un elevado nivel de crispación, con polémicas continuas, conflictos, causas judiciales y hasta un alcalde inhabilitado.