Discutida nación
Actualizado: GuardarEl reconocimiento de Cataluña como nación en «términos políticos, sociológicos o históricos» por parte de Rodríguez Zapatero ha suscitado incomprensión y una abierta contestación desde amplios sectores de la sociedad española porque, aunque de la lectura de la sentencia del Constitucional sobre el preámbulo del 'Estatut' pueda extraerse una consideración semejante, el jefe del Ejecutivo no debería pronunciarse con tan temeraria ambigüedad para atemperar el descontento catalán a cuenta del citado veredicto. Aunque más relevante es la disposición mostrada por Zapatero para explorar aquellas modificaciones legislativas que pudieran compensar los recortes introducidos por el Tribunal Constitucional en el régimen autonómico que los catalanes refrendaron hace cuatro años. Si Zapatero cree que tales enmiendas legales son posibles sin contravenir los fundamentos de la sentencia del TC debe precisar sin dilaciones a qué se refiere con su sugerencia, y debe dar cuenta por anticipado de los efectos que esta puerta abierta a la revisión de las leyes orgánicas y básicas en cuanto a su alcance autonómico podría tener una vez que las demás comunidades soliciten lo propio.