El Senado italiano da impulso al plan anticrisis promovido por Berlusconi
El polémico programa de ajuste económico prevé un ahorro de 25.000 millones en los próximos dos años
ROMA. Actualizado: GuardarSilvio Berlusconi se ha salido una vez más con la suya. En esta ocasión incluso a base de perder popularidad al obligar a apretarse el cinturón al ciudadanos italiano. Ayer, el controvertido primer ministro consiguió que el Senado aprobara el polémico plan de ajuste económico propuesto por su Ejecutivo conservador, que prevé un ahorro de 25.000 millones de euros en los próximos dos años.
Sin embargo, el texto no llegó a la Cámara alta sin superar obstáculos. El Gobierno tuvo que plantear una cuestión de confianza con el fin de sacar adelante el documento en el Senado donde el partido gubernamental del Pueblo de la Libertad (PDL) tiene mayoría absoluta. El plan anticrisis fue aprobado con 170 votos a favor y 136 en contra, y ahora pasará a la Cámara de los Diputados, donde está previsto que sea votado el día 26.
Reducir el déficit
El objetivo de las medidas de austeridad promovidas por el Ejecutivo Berlusconi es reducir el déficit público que se prevé que en 2010 se sitúe en un 5% del PIB hasta un nivel inferior al 3% en 2012, siguiendo los parámetros requeridos por la Unión Europea.
La propuesta ha causado fuertes críticas tanto en el ámbito político como social, y los sindicatos y líderes de la oposición han tachado el plan de «injusto» porque consideran que incorpora medidas poco equitativas y «carga sobre los más débiles» el peso de su actuación.
Desde el Gobierno se defiende que se trata de una iniciativa «necesaria» y el ministro de Economía, Giulio Temonti, su principal artífice, la califica de signo de «responsabilidad». Las justificaciones del Gobierno no fueron suficientes para aplacar las dudas y en las últimas semanas Italia ha vivido acciones de protesta como la jornada de huelga convocada por el sindicato mayoritario CGIL el pasado 25 de junio, en la que cientos de miles de personas salieron a la calle contra el plan de austeridad.
El programa anticrisis también ha enfrentado al Ejecutivo también con las regiones, incluso con las gobernadas por el centroderecha, reacias a aplicar los recortes y que ascienden a cerca de 8.500 millones de euros. Ha sido, además, fuente de tensiones en el seno de la mayoría conservadora, que llevaron incluso a que Tremonti amenazara, según los medios, con dimitir ante los reproches de Berlusconi , quien considera que el proceso se ha llevado a cabo de forma demasiado «brusca».