Sí funciona

Días de ilusión, alegría, entusiasmo, unión, fuerza. un país entero compartiendo un deseo, un sueño, un color, una bandera. ¡Qué maravilla! Desde que tengo uso de razón no recuerdo nada igual. Este re-make de la actitud de Fuenteovejuna me ha conmovido y afianzado en mis creencias, en cuanto a difundir la libertad de elección y el poder creativo que posee todo ser humano para hacer realidad sus sueños y que puestos en común llega a producir auténticos «milagros». Para los racionales que sólo atienden a datos y estadísticas; para los escépticos que sólo creen lo objetivo, demostrado y que se pueda ver; a los «pájaros de mal agüero» que siempre sentencian que si algo puede salir mal, indudablemente, saldrá; para los «serios» que hacen burla del que elige una actitud optimista, es pacífico y defensor de los valores humanos; y para los «inteligentes» que desprecian a los tontos que usan el poder de sus pensamientos, palabras, imágenes y acciones para hacerse cargo de sus vidas. Para todos ellos, aquí está la prueba: ¡España, campeona del mundo! ¡Sí, podemos! ¡Sí, funciona! Millones de personas, aficionados al fútbol o no, pensando a la vez en el triunfo, visualizándolo, afirmándolo con convencimiento, a todas horas, muchos días, abriendo los informativos de la mañana, monotema en las tertulias, apoyando con signos externos motivantes, confiando en el entrenamiento, esfuerzo, sacrificio, unión y espíritu de equipo de los jugadores de nuestra selección. La única intención de ganar atendida, enfocada y repetida por el equipo y todo un país, sin dejar cabida a la duda, al desánimo. Lo demás, por unos días, por unas horas, pasa a segundo plano. Todos estuvimos de acuerdo, lo dijimos y escuchamos antes del resultado real: ¡Somos campeones del mundo! Es el poder de las creencias, de las afirmaciones, de la fe, del esfuerzo, de la actitud y el entusiasmo. ¡Sí, funciona! El fútbol lo ha demostrado. ¿Qué objetivo será el siguiente? ¡Podemos!

ana novo.