Conil, noches sin botellón
ALCALDE DE CONIL Actualizado: GuardarEn Conil se está imponiendo un cambio de modelo de ocio nocturno. Hace un año aproximadamente el equipo de gobierno se comprometió con los vecinos a tomar una serie de medidas que llevaran a un cambio radical en la manera de que determinadas actividades influyen en el descanso y la tranquilidad de los ciudadanos. Estos nos dieron un toque de atención, y nos pidieron a las administraciones una serie de medidas, que poco a poco se han ido cumpliendo.
Nuestra preocupación, compartida con los vecinos, ha sido la multitudinaria concentración de jóvenes en nuestro pueblo, fundamentalmente en las madrugadas, y los efectos en el descanso. Hasta el año pasado, se instalaban unas carpas en terreno municipal que mediante una concesión funcionaban como una especie de discoteca de verano cercana a la playa y al casco urbano. Las carpas se instalaron, hace años, con la intención de que los jóvenes se concentraran ahí y no en el casco urbano, con el paso del tiempo y los años este objetivo se ha ido desvirtuando, provocando el efecto contrario al pretendido. El «efecto llamada» provocado por las carpas y el botellón anexo cercano al paseo marítimo, hacía que miles de jóvenes, no sólo aquellos que pasan sus vacaciones en nuestro pueblo, sino del resto de municipios de la provincia, acudieran presurosos noche tras noche a Conil con la única intención de emborracharse, haciendo botellón, hasta altas horas de la madrugada. Las hileras de vehículos a partir de las 12 de la noche llegando a Conil eran la tónica general. Estos visitantes nocturnos nos han traído ruidos, molestias, toneladas de basura y consumo de alcohol hasta altas horas de la madrugada.
No permitir que este año se instalen las carpas y suprimir el botellón tiene como único objetivo el acabar con el efecto llamada que provocaban. Además de estas medidas, se han aprobado unas ordenanzas municipales reguladoras de determinadas actividades de ocio, se han controlado los «coches discoteca», se ha exigido a los establecimientos públicos que se adapten a las nuevas leyes medioambientales relativas al ruido, campaña de concienciación ciudadana 'Conil sin ruido', pliego de condiciones del concurso para la instalación de un Parque de Ocio alejado del casco urbano, etc.
Todo esto ha provocado un gran debate en el pueblo. Nos hemos reunido con asociaciones, representantes de bares, con jóvenes, escuchando sus opiniones y pareceres, hemos soportado la presión de los vecinos ante el posible traslado de la movida a otras zonas del pueblo, en definitiva, hemos realizado lo que prometimos, encauzar el debate y buscar soluciones. La decisión que más ha sorprendido es la de prohibir el botellón, y a la vez, la que más consenso social ha levantado, excepto en un sector de los jóvenes. Ninguna entidad o asociación nos había presionado para que suprimiéramos el botellón en todo el término municipal, sólo para que lo trasladáramos fuera del casco urbano o en lugar que no molestara. La decisión de prohibir el consumo de alcohol en todas las vías y espacios públicos del término municipal ha sido una decisión del equipo de gobierno, causando gran sorpresa y apoyos por valiente y arriesgada. En Conil no había condiciones para trasladar el botellón sino para suprimirlo, por sobredimensionado y saturado. ¿Por qué lo hemos prohibido en este momento y no antes? Porque ahora se han dado las condiciones objetivas y subjetivas para ello, los ciudadanos lo estaban deseando y el equipo de gobierno ha creado las condiciones para cumplir lo prometido. Por eso, entre otras razones, la aplicación de esta medida en los primeros días no ha sido traumática, ni ha habido alteración de orden público. Al grupo de jóvenes, muchos menores de edad, que asistió al Pleno del Ayuntamiento, para hablar y defender el botellón, en el turno de participación ciudadana, les expliqué con el máximo respeto lo expuesto en este artículo, aunque no lo compartieron, no han provocado ningún tipo de problema. Este año será un año de transición, con problemas, pero con un camino marcado hacia otro modelo de ocio y de compaginar el descanso con la diversión. Nos vamos a encontrar piedras en el camino, desde aquella portavoz de la oposición, que con tal de desgastar al equipo de gobierno y a mí como alcalde, defiende y asesora a los jóvenes para que se manifiesten contra el equipo de gobierno, se reúne con los vecinos en contra de lo que defendía con los jóvenes, se reúne con los dueños de los bares prometiéndoles más horario y no se atreve a votar su promesa en el Pleno, critica la falta de seguridad ciudadana y dice que Conil está tomada por la policía cuando hay presencia policial, es el espíritu de la contradicción y la falta de coherencia. Afortunadamente en todo este proceso ha quedado descolocada y al descubierto, pues su único interés es conseguir el poder sea como sea, aunque sea convirtiendo los cuadrados en círculos.
Creo que ya está bien que desde las políticas públicas se fomente y facilite el consumo de alcohol en la calle, los cientos de toneladas de basura, vómitos, orines, molestias y escándalos. Tiene mala intención el que habla de ley seca, pues el que quiera beber alcohol tiene los bares y establecimientos para ello, lo que no es lógico que desde lo público facilitemos la ingesta más barata y desmesurada de alcohol.
La Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) le ha pedido al Gobierno de la nación que regule y prohíba el botellón y el defensor del pueblo a la Junta de Andalucía que regule los horarios nocturnos de los establecimientos, es necesario que por parte de estas administraciones se impliquen en el problema para buscar una solución al problema de convivencia que se da en muchos municipios. En Conil, las noches sin botellón se ven las estrellas y se oye el ruido del mar.