![](/cadiz/prensa/noticias/201007/13/fotos/2861420.jpg)
De Jerez al cielo del Soccer City
Otros internacionales, como Kiko o Quique Romero, vivieron con nervios e ilusión la final de 'la Roja' en el Mundial ante Holanda El jerezano Antonio Fernández, «en una nube» tras el éxito con la selección
JEREZ. Actualizado: Guardar«Esto es increíble, de verdad. Quién nos lo iba a decir cuando comenzamos esta historia, con esa derrota ante Suiza». El técnico jerezano Antonio Fernández estaba ayer que no se lo creía. Recién legado de Sudáfrica, y a punto de ir a La Zarzuela, Fernández comentaba a LA VOZ que estaba «en una nube. Es una alegría inmensa y un auténtico privilegio formar parte de este equipo que ha hecho historia en el fútbol mundial». Además, el ex director deportivo del Xerez comentaba que «es algo indescriptible vivirlo en directo y hay muchos que aún no se lo creen. Estamos a punto de comenzar el recorrido oficial, esto es una fiesta enorme y no vamos a dejar de celebrarlo».
«Expectante, muy nervioso. Veía la cara de los niños, de los mayores... tenían una gran responsabilidad y sufrí por los jugadores», comenta Kiko Narváez, jerezano que estuvo en el Mundial de 1998, donde la selección se fue a casa en la fase de grupos. Kiko asegura que no se acordó ni un minuto de su pasado futbolero: «No me acordé ni de Francia 98 ni de cuando yo jugaba ahí. Me acordé más bien de toda la gente, de las caras que había visto durante ese día de niños, de mayores, toda la ilusión que tenían por vivir algo así». Luego, el jerezano relata que fue «una fiesta. Parecía nochevieja. Todo el mundo en la calle, festejando. Los cánticos, el champán, la ambulancia... parecía fin de año».
Romero, «emocionado»
«Estoy muy emocionado. Es algo deseado que muchos llevan toda la vida esperando y que otros no han podido vivir», expresó Quique Romero, jerezano ex jugador del Deportivo y Valencia que estuvo en Corea y Japón 2002. «Han sido muchos los futbolistas y las selecciones que lo han intentado, pero ellos han tenido el privilegio de lograrlo y nosotros el orgullo de vivirlo», comenta un Romero que tampoco quiso acordarse del árbitro Al Ghandour, al que todos borrarán del disco duro más fácilmente con el título de Sudáfrica. «Han pasado ocho años de aquel mundial y han cambiado muchas cosas. Aquel era un gran equipo que por lo que todo el mundo sabe no pudo llegar a semifinal, pero que estoy seguro que hubiera llegado también muy lejos», se sincera.
El que fuera jugador del Real Betis recuerda que «cualquiera se quiere poner ahora en el lugar de esos campeones, ya que es lo máximo a lo que puede llegar un futbolista y lo que todos soñamos desde que somos niños. Han sido muchos los futbolistas y las selecciones que lo han intentado, pero ellos han tenido el privilegio de lograrlo».
Ya para acabar, el ex futbolista comenta que se sintió «muy emocionado», ya que «he tenido la satisfacción de ponerme esa camiseta en muchas ocasiones, de haber estado en estadios con 70.000 personas escuchando el himno de España, y por eso me siento tremendamente orgulloso».