Jóvenes de carne y hueso
Actualizado: GuardarLa juventud actual es tirana, desobediente, vaga y más desagradecida que nunca, pero ¿es eso cierto? Los medios de comunicación llevan años criticando sin parar a las gente joven y no parece que remitan, sino que el abuso hacia nosotros se acrecienta gradualmente, sin prisa pero sin pausa. Hace unos cuantos meses escuché por primera vez el término 'ni-ni', pero mientras que 'ni trabajamos ni estudiamos' sucede el hecho contradictorio de que el número de graduados escolares sigue aumentando para alegría de muchas familias y el nivel educativo es cada vez mayor (aunque quizás alguien diga que las cosas no son «como antes y hace falta mano dura»). No es raro escuchar por ahí que todos los fines de semana nos ponemos borrachos y nos drogamos como yonkis, para luego coger nuestros coches o motos y ser peligros rodantes, pero el hecho es que el número de accidentes de personas jóvenes ha descendido y la inmensa mayoría de los benjamines de nuestra sociedad están bastante mentalizados, a diferencia de aquellos chavales de hace veinte o treinta años que iban en sus vespinos sin casco y que ahora se empeñan en juzgarnos sin más. No escribo esto como una crítica, sino como una reflexión para toda la sociedad (adulta o joven), ya que no creo que nadie deba decirnos lo mal que hacemos las cosas (si es que las hacemos mal). Tanto los medios de comunicación como la gente con experiencia en la vida debe adoptar un nuevo punto de vista en el que apoye en todos los aspectos el porvenir de las generaciones por venir, porque si de verdad queremos que en el futuro nuestros hijos no se sientan pisoteados por sus predecesores, no podemos juzgar destructivamente cualquier decisión que tome un chaval joven (que no es sinónimo de 'niñato'), sino actuar con sentido común e intentar ser lo más constructivos que podamos -que podemos-.