Cambio de mentalidad

Horas antes del partido contra Paraguay se podían escuchar por las calles gente cantando, tocando trompetas y animando a España. Una vez comenzado el partido y no terminábamos de encontrar la portería, nos pitaron un claro penalti en contra. Seguro que no fui el único en escuchar comentarios como «ya sabía yo que esta gente nos ganaba» o «esto lo veía yo venir». Y es que si por algo nos caracterizamos como país (nación, Estado o lo que seamos) es por ser unos bocazas antes del evento y unos pusilánimes cuando nos sopla el viento en contra. Se puede hacer un símil entre el fútbol y la situación económica actual, ya que son muchos los que afirman con total severidad que «es que nos creíamos mucho y no somos nada» o que «hemos pasado de ricos a pobres en sólo unos años». Yo creo que ésa es una mentalidad de pobre de la posguerra, clasista y que no nos ayudará a superarnos nunca. Afortunadamente, muchos empresarios no piensan así y gracias a ello tenemos empresas líderes en el mundo, como Telefónica o Abengoa, o los mejores y más solventes bancos, Santander y BBVA, así como este fantástico equipo de futbolistas que forman nuestra selección nacional que tienen claro que sólo ellos se pueden poner los límites. Y es que, si no cambiamos de mentalidad, siempre ganarán los mismos. En el fútbol y en la vida.