Vuelvo a ilusionarme

Siempre he mantenido que la afición del Xerez Deportivo es la más sufridora de España, a pesar de que con ese título se identifique a los hinchas atléticos. Esta afición ha aguantado, y aguanta, carros y carretas. Presidentes nefastos, desorganización institucional, destierros injustificados, trato desigualitario por parte de las administraciones, oportunismo político, concurso de acreedores y un largo etcétera que enumerar uno por uno los desengaños que ha tenido que vivir la parroquia azulina me llevaría todo el artículo. Pero no quiero hacer hincapié en estos aspectos negativos si no en la capacidad que tiene el xerecista para levantarse después de un tropiezo y volverse a ilusionar con su equipo.

Con poco que se haga, el aficionado responde y se mantiene al lado de los suyos. Pero el xerecista no es tonto, ese poco se ha de hacer bien y por derecho, no vale cualquier cosa. No se si muchos aficionados tuvieron la misma sensación pero ayer, viendo a Bruno y Joselito Vega vestidos de corto sobre el césped de Chapín, con Viqueira al mando del proyecto, con Néstor Raúl Gorosito casi en Jerez, sintiendo que, por fin, el club se está moviendo, me subió la adrenalina azul y blanca. Si, lo reconozco, volví a sentir la ilusión por este equipo. Confío en el tándem que forman Emilio y el Pipo, algo me dice que esto va a salir bien, ya verán. Pero es una ilusión con cabeza, con mesura, con la madurez obtenida, precisamente, a base de desilusiones.

Esto sólo acaba de comenzar y seguro que se harán cosas bien y otras mal, esperemos que éstas sean las menos, pero me alegra ver que el Xerez Club Deportivo de la temporada que viene ya ha empezado a cimentarse. Ahora toca ilusionar de nuevo a la afición y demostrarles que ésta es la etapa más seria del club azulino en muchos años, espero que lo consigan.