DE LA CHINA HA LLEGADO UN BARCO...
Actualizado: GuardarLes llaman los Reyes Católicos porque han conseguido echar a todos los moros. Es lo que tiene nuestra lengua, que cuanto menos correcta políticamente es, más concreta y eficaz resulta. Y ahí están, sin prisa, pero sin pausa, como lo cantábamos de pequeños «los chinitos de la China, cuando no tienen nada que hacer.». El despertar del dragón chino que decía más de uno de forma poética. Tienen los mejores locales de la ciudad, y les da lo mismo que Antonio de María quiera abrir a las cinco como si quiere no abrir, que para ellos y para Confucio no existe eso tan cristiano del descanso dominical, ni la siesta, ni las vacaciones. Y lo que al principio parecía un comercio de tercera se ha ido colando poco a poco en el 'must' de la ciudad.
Ahí lo tienen. En el mismo escenario, no hace tanto, era Paco Europa el que vendía fruslerías a un pijerío gaditano que ahora se viste en Passion, que así es como el mundo oriental debe entender que se pronuncia el bueno, bonito y barato en esta ciudad. Sus diseños, por reconocibles, son los mismos que podría uno encontrar a cien euros y cien metros más al sur de la calle, pero ahora valen mucho menos de la mitad. Con la ventaja de que la china no opina, ni intenta que te lleves el modelito que te queda ideal. A la china le da igual. Otra lo comprará. Porque con esos precios es imposible que resista mucho el comercio tradicional de Horeca. El despertar de China nos ha cogido con la hora cambiada y con el monedero medio vacío. Qué le vamos a hacer. Acostumbrarnos al mundo mandarín, como ellos se han adaptado a nuestras necesidades. Que venden unos carritos-nevera de playa que son una monería y la mar de prácticos. Y que ya los tiene medio Cádiz.