Cultura, creatividad e innovación
PROFESOR TITULAR DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Actualizado: GuardarE n estos días desarrollamos en la UCA un curso sobre innovación en la Industria Cultural y Creativa (ICC). Esta denominación abarca un conjunto muy amplio de sectores que incluye la creación visual (pintura, escultura...), las artes escénicas, la industria audiovisual (cine, TV, radio), la música, la prensa y la edición, la gestión del patrimonio, el diseño, la arquitectura, la publicidad. Su importancia económica está demostrada. Supone alrededor del 3% del PIB (en Andalucía el 3,3% PIB y el 3.7% de empleo).
La importancia del impacto indirecto de las ICC es igual o mayor que el directo. Se trata de empresas que trabajan creando significados, valores, emociones, identidades colectivas. Un libro, o una película, puede relanzar la imagen de una ciudad, o estar asociado íntimamente a ella (el Dublín de Joyce, el París de Cortázar,..). Por otro lado muchas de ellas gestionan activos que no son 'deslocalizables'. El rico, abundante y variado patrimonio histórico y artístico de la provincia de Cádiz está en Cádiz. Y está junto a su clima, embebido en su geografía y rodeado de sus ciudadanos. Y todo esto no se puede trasladar, tiene un carácter único. La actividad de estas empresas repercute así en la integración del territorio, en la regeneración de zonas urbanas, en el turismo, en la educación. Otra característica de las ICC es su 'dependencia' de la creación. Se trata de sectores que están basados en el conocimiento y en el talento creador. Necesitan al escritor, al director de cine, al guionista, al arqueólogo o al historiador. Entre otros. La creatividad está pues en la base de su actividad.
En estos sectores, como en todos, la actitud innovadora es la clave. ¿Qué es la innovación? ¿En qué se diferencia de la creatividad? Podríamos decir que la innovación es creatividad orientada al mercado, creatividad con retornos económicos, con impacto social. Hay que hacer una película, pero luego hay que venderla y entusiasmar a los espectadores. Aquí se produce una tensión entre el acto creador, a menudo actuación solitaria, esforzada, divergente y libre, y la aproximación convergente, en muchos casos fruto de una cooperación, al 'consumidor' (¿consumidor?¿partícipe?) de esa creación.
¿Es Andalucía una región creativa? Posiblemente sí, parece que en eso estamos de acuerdo los andaluces y los que nos visitan. Probablemente estos últimos nos ven más creativos que nosotros a nosotros mismos. He escuchado a algún experto en innovación reconocer, públicamente, el enorme talento creativo de Cádiz. Es más, nuestra admiración por las 'cosas con arte' o expresiones como '¡qué arte tiene!', o la identificación de un torero como 'de arte', parecen confirmar nuestra gran apreciación, social, colectiva, de las cosas hechas con un punto de genialidad, de diferenciación, de clase.
Somos creativos, pero ¿es Andalucía (Cádiz) una región (provincia) innovadora? Para acercarnos a la respuesta vayámonos a los estudios técnicos. Según el European Innovation Scoreboard 2009 (Comisión Europea), la respuesta es que, comparativamente con el resto de socios de la UE 27, no. Estamos claramente con un nivel (estimado en base a 28 indicadores) por debajo de la media (ojo, de la UE 27). Y ¿qué tal evoluciona nuestro nivel de innovación? ¿Recuperamos terreno? Si seguimos haciendo caso al informe, la respuesta es que estamos entre los tres últimos en crecimiento de la innovación. Recordemos aquí rápida y sucintamente la relación entre innovación, productividad y progreso económico y social.
¿Tenemos talento y creatividad para la Industria Cultural y Creativa? No parece que este sea el problema. Más bien nos faltaría la orientación innovadora, esa parte más empresarial de la creación, directamente relacionada con las capacidades de evaluar y asumir riesgos, crear y dirigir equipos, asociarse. Resulta también fundamental, en mi opinión, reconocer socialmente el mérito de los innovadores, y formar(nos) adecuadamente (¿se puede aprender a innovar?).
Algunos autores sostienen que detrás de la ICC está un nuevo paradigma socio-económico, una nueva forma de estar y de actuar, en la sociedad del siglo XXI. No es tan arriesgada esa opinión. Estamos hablando de lo más genuinamente humano, de lo no mecanizable, del valor del símbolo y de la creación de sentido, de experiencias y de significados. De la buena vida. ¿Cuánto vale eso?
El curso Innovación Cultural (Cursos de Verano de la UCA) se desarrolla desde ayer y hasta mañana 7 de julio en el Aulario La Bomba.