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La Policía investiga si la violencia machista está detrás de la muerte de un matrimonio

El marido apareció en el garaje de su chalé de El Puerto con un disparo de escopeta en el cráneo y su mujer, atrincherada en su dormitorio

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Violencia machista es la única hipótesis que tiene la Policía Nacional en estos momentos para clarificar lo sucedido en un chalé de El Puerto en la tarde-noche que España se paralizó para ver a la selección de fútbol. Coincidiendo con esa cita deportiva, una posible pelea pudo terminar en tragedia. Los cuerpos de Milagros Galán Gómez, de 62 años, y el de su marido, Francisco Galán Márquez, de 68, fueron hallados en el interior de su vivienda de lujo. Él tenía un disparo de escopeta en el cráneo; ella fue localizada en una escena que rezumaba pánico: tirada en el suelo de su dormitorio, aún llevaba en una de sus manos un arma blanca. La habitación se había convertido en una especie de trinchera de la que pretendía esconderse de alguien. La Policía sospecha de su marido. Pero la pareja no había dado signos visibles de problemas conyugales. El misterio se colaba en un domingo ventoso de verano.

Fue ese partido de fútbol, en parte, el responsable de que una vecina y prima política del fallecido descubriera el cadáver de Milagros en su habitación. El chalé del matrimonio se encuentra en la parcela nº 2 de la urbanización La Belleza, en la carretera de Sanlúcar. El terreno es compartido por tres casas, propiedad de la familia. Una de ellas está alquilada por un ciudadano norteamericano, que fue la única persona que se vio entrar y salir de la finca nada más difundirse la noticia a los medios a primera hora de la mañana de ayer. Enfrente de su chalé reside la primera testigo de este caso.

Esta mujer había acudido poco antes de las once de la noche a la casa de Milagros y Francisco. Ninguno daba señales de vida, pese a que habían quedado con ellos para ver el partido. Llevaba consigo un juego de llaves que las víctimas le habían facilitado y así pudo entrar en la casa. Al descubrir el cadáver de Milagros, según fuentes de la investigación, avisó al hijo pequeño de la pareja, de 29 años, quien llegó a la casa a los pocos minutos. El matrimonio tiene tres hijos y ninguno vivía con ellos.

Este joven fue quien descubrió el segundo cuerpo al registrar la casa en busca de su padre. Lo encontró en el garaje con un único disparo en el cráneo. La munición había salido de una escopeta de caza propiedad del fallecido y que estaba a escasa distancia del cuerpo. Una escena que casa con la teoría del suicidio, según las mismas fuentes consultadas. La puerta de la casa no estaba forzada ni había signos de que hubiera sido asaltada por extraños, descartándose así el móvil del robo.

A las once de la noche, la Policía Nacional recibía el aviso del teléfono de emergencias 112 al que habían llamado los familiares de las víctimas. Y a las 3.30 horas se ordenaba el levantamiento de los cadáveres. La investigación la asumía el Servicio de Atención Familiar (SAF) de la Comisaría de El Puerto, ya que la única hipótesis que se ha barajado es que detrás de la doble muerte hay un episodio de violencia machista. El posible suicidio del marido y la forma en la que apareció el cuerpo de su esposa dirige a los investigadores hacia esa teoría. Por su parte, el juzgado nº 1 de la localidad se hacía cargo de las diligencias.

Sin golpes visibles

Milagros fue hallada en su alcoba, tirada en el suelo. La estancia estaba revuelta, con algún destrozo como una lámpara rota, y lo más inquietante: había colocado una cama a modo de barricada para dificultar la entrada o defenderse de algo. En su mano derecha portaba un cuchillo de grandes dimensiones. Sin embargo, el cuerpo no presentaba signos de violencia externos y en la habitación no había rastros de sangre, según indicaron fuentes policiales. Por eso, la Policía deberá esperar al resultado de la autopsia, que se practicará hoy por la mañana a los dos cadáveres en el Instituto de Medicina Legal de la capital.

Así, los investigadores indagan en la posibilidad de que la pareja se enzarzara en una fuerte discusión que fue a mayores y que llevó a Milagros a refugiarse en su habitación. Una dolencia cardiaca o un golpe que le causara una lesión interna mortal son las posibles respuestas al estudio forense que baraja la Policía. La muerte de Milagros pudo tener consecuencias nefastas en el estado anímico de su marido, que optó por quitarse la vida. Si bien, los ocupantes de las casas colindantes no escucharon ruidos ni disparos.

Versiones contradictorias

Sin embargo, este episodio no coincide con el retrato que hicieron amigos y familiares directos de las víctimas, quienes negaron cualquier desavenencia entre ellos. Uno de esos testimonios, que procede del entorno más cercano de Milagros, establecía una hipótesis con una sucesión de los hechos inversa a la que traza, en principio, los investigadores: Milagros escuchó el disparo y fue a esconderse temerosa a la habitación, donde pudo caer fulminada. Lo cierto es que no existen antecedentes por malos tratos en la pareja.

Otras fuentes consultadas, sin embargo, sí que revelan que en los últimos meses el matrimonio no estaba pasando por su mejor momento. Versiones contradictorias para un mismo misterio.