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El Mercado Alternativo Bursátil abre la puerta del futuro a las pymes
El MAB se ha puesto de moda al catapultar a empresas y ofrecerles vías de expansión sin necesidad de recurrir al casi inexistente crédito
MADRID. Actualizado: GuardarMucha publicidad, dentro y fuera de España, transparencia obligada, prestigio y, sobre todo, financiación para poder crecer. Músculo propio y no ajeno vía crédito. Ése es el secreto del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para pequeñas y medianas empresas en expansión. Una iniciativa de Bolsas y Mercados Españoles gestada antes de la crisis y que hoy, con el grifo de la financiación cerrado a cal y canto, cobra más razón de ser que nunca.
Zinkia, Gowex, Imaginariun, Medcomtech, grupo Negocio, Bodaclick.com y Neuron Biopharma ya han dado el salto. Son las pioneras de una apuesta de largo recorrido a la que se sumarán un buen número de firmas en los próximos meses. Alguna en los próximos días.
Así lo advierte Antonio Giralt, presidente del MAB, quien subraya que este mercado es una alternativa, un complemento a la financiación tradicional, que además resuelve un importante hueco del que adolecía la Bolsa (la presencia de las pymes), y permite a los inversores diversificar su cartera.
«Era la pieza que faltaba», afirma Giralt cuando sólo faltan nueve días para que se cumpla un año de actividad efectiva del MAB. «Estamos muy satisfechos con el resultado», confiesa, mientras insiste en que el MAB «no es un fin, sino un medio» para el impulso de las pymes que necesitan un soporte para crecer.
«Salir al mercado es un paso muy importante y tiene que encajar en la estrategia de la compañía; es un salto de lo privado a lo público y quien lo dé ha de estar seguro de que le interesa en el medio y largo plazo, que es para lo que está pensado el MAB», añade Giralt.
Para todos
El MAB, explica su presidente, está abierto «a todo tipo de empresas». Aunque hasta ahora se han animado sólo compañías de sectores poco representados en los mercados tradicionales: jugueteras, biotecnología, una página web especializada en bodas, un distribuidor de material quirúrgico y ortopedia y un periódico económico de suscripción gratuita.
Giralt recuerda que las pequeñas y medianas empresas conforman el 99,87% del tejido empresarial español, generan dos tercios del valor añadido de la economía y soportan el 80% del empleo. Y asegura que el universo potencial del MAB es inmenso. Según un estudio de la Universidad de Alcalá, el número de empresas potenciales de cotización supera las 5.000.
Las ventajas de cotizar en el MAB son muchas. A la financiación sin necesidad de créditos (recursos ajenos) se suma el partir de una valoración objetiva de la pyme, que incorpora también las perspectivas de crecimiento. Esto último es vital a la luz de la desconfianza que reina en el mercado.
La notoriedad es evidente (el caso de Zinkia-Pocoyo) es el mejor ejemplo. Pero no se queda ahí, pues algunas cotizadas en el MAB han visto cómo competidores, eventuales socios y, sobre todo, posibles inversores hasta entonces imposibles de contactar se acercaban tras conocer su entrada en el mercado.
Las sociedades que se lo planteen han de contar con una entidad financiera que le provea liquidez y un asesor registrado (hay 26 admitidos por el MAB), que le servirá de contacto con el mercado y le guiará a lo largo de todo el proceso. Las aspirantes tienen que ser sociedades anónimas auditadas con un capital social superior a los 60.000 euros. El Ministerio de Industria ofrece, a través de Enisa, ayudas para afrontar el salto a la Bolsa.
Una vez admitidas en el MAB, las acciones cotizarán mediante el sistema denominado de 'fixing', que casa oferta y demanda dos veces al día (a las 12.00 y las 16.00 horas) y determina el precio en Bolsa.