«Me gusta cómo pronuncia las eses Rajoy»

«Tengo cuerpo de estufa, qué se le va a hacer», admite Flo, consciente de que por muchos botes que pegue en 'Tonterías las justas' no va a adelgazar. Ser un gordito relleno con gracia es el sino de Florentino Fernández (Sacedón, Guadalajara, 1972). Eso y disfrazarse de mujer. Ahora, como esposa de lord Winston en la película 'La venganza de Ira Vamp', junto a Josema Yuste y a Chiquito, su ídolo.

- ¿Recuerda la primera vez que se disfrazó de mujer?

- Fue en mi casa, con mi gente. Y me disfracé de mi abuela. Ella tenía unos dejes muy curiosos. La imité para toda mi familia y se partieron.

- Esa afición de los hombres a travestirse...

- Es un recurso fácil, lo sé. Por eso cuando lo haces hay que estar por encima del nivel para no quedarte en lo facilón.

- ¿Será que en el fondo sueñan con cambiar de sexo?

- Puede ser. Pero es que el que diseñó el mundo lo pensó muy bien. Nosotros somos como vuestros secretarios. Al final, hacemos lo que vosotras decís.

- ¿Descubrió su vis cómica imitando a su abuela?

- Sí, pero como era mi familia pensé que me seguían el rollo. Fue realmente en el instituto, en la clase de teatro, cuando me di cuenta. Hicimos una obra de Ana Diosdado titulada 'Olvida los tambores'. Yo hacía de juez. Era un papel serio y dramático, pero nada más salir a escena la gente se empezó a descojonar.

- Y años después, cuando trabajaba de 'segurata', sus amigos le animaron a explotar su comicidad.

- Efectivamente. Fue mi amigo Santi el que me dijo: 'Venga, tío, llama por teléfono al programa de Pepe Navarro que te cogen seguro'. Y yo pensaba: 'Pero si eso es para enchufados...'.

- ¿Ha visto últimamente al atribulado Pepe Navarro?

- De vez en cuando quedamos a comer, charlamos... Él sabe que estoy aquí, me tiene para lo que necesite.

- ¿Cómo está con esto de su nueva paternidad?

- Bien, bien. Pepe es un buque de guerra. No se viene abajo fácilmente. Pero es triste que un tío con una carrera como la suya ahora esté en boca de todos por este asunto.

- ¿Le ha sorprendido que él no haya querido saber nada?

- A mí me parece normal. Yo hubiera hecho lo mismo. Más que nada porque no sabemos jugar a eso...

- Me refería a que no haya querido saber nada de la prueba de ADN. ¿No habría evitado todo este circo haciéndosela?

- Ah, ahí ya me ha pillado...

- Dicen que liga más el gracioso que el macizo.

- Pues en mi caso no se cumple. Yo sólo ligué una vez, y sigo con mi mujer. Llevamos once años juntos y tenemos un niño de seis.

- ¿Se ríen con usted en casa?

- Se ríen mucho. Pero también me aguantan las veces que yo no me río. Quiero decir que después de todo el día en la tele, muchas veces llego a casa más bien con una parca conversación y con ganas de estar relajado.

- Llega usted 'hablado' y 'reído'.

- Efectivamente, je, je... Es más, mi mujer me dice: '¿Vamos a cenar con unos amigos?'. Y a mí no me apetece nada.

-Total, que las mujeres de los humoristas tienen mérito.

- Mi mujer tiene un gran mérito. Ella lo sabe. Se lo he dicho tantas veces...

- Las 'eshes' de Rajoy las borda.

- Me gusta cómo habla Rajoy. No lo que dice, pero sí cómo pronuncia. Yo me pongo 'ashí, mire ushted', y me 'shale' natural.

- ¿Con esa ese se puede llegar a presidente del Gobierno?

- Por supuesto, si hay otro que ha llegado con zeta...

- ¿Le han confundido alguna vez con Florentino Pérez?

- Muchas. Hace tres semanas, llamé a un restaurante para reservar una mesa y cuando dije Florentino Fernández casi se me cuadran. Tuve que aclararles que era Fernández.

- Haber aprovechado, hombre.

- No, es que en cuanto oyen Florentino se bloquean. Como sólo somos dos en España... Pero entre él y yo hay una gran diferencia. Yo tengo el dinero en un banco y él tiene cuatro o cinco bancos donde guardar sus dineros.