Las hermanas buscan los mejores chollos en los estantes. :: P. S.
Ciudadanos

«Seguimos el instinto de las rebajas»

Saray y Macarena forman un equipo en busca de los mejores descuentosMuchas gaditanas se concentraron frente a las puertas de las tiendas antes de su apertura para no perderse las primeras gangas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«No quiero ver una tienda de ropa en un mes». Es el resultado de una mañana intensa de rebajas en las que Saray y su hermana Macarena se han gastado casi 400 euros entre las dos. Las tiendas abrieron a las diez de la mañana y diez minutos más tarde ya estaban buscando camisetas entre las perchas de Mango. Trabajan ayudando a sus padres en un restaurante y «eso nos da un poco de flexibilidad de horarios para estar toda la mañana aquí echando un vistazo». El primer día es fundamental asistir «porque hay más cosas y puedes elegir, después cuesta más encontrar algo que merezca la pena».

Eso lo sabían las decenas de personas concentradas, en su mayoría mujeres, ante la puerta de la tienda Bershka desde media hora antes de su apertura. Una de las dependientas, que no pierde ojo de la afluencia de clientes, es incapaz de fijar una cifra, «lo único que puedo decir es que toda la acera estaba ocupada esperando a que abriéramos para entrar y sólo han pasado quince minutos y la cola de la caja atraviesa toda la tienda».

A escasos metros, Macarena y Saray siguen buscando el descuento perfecto aunque «sólo venimos por un par de camisetas que nos hacen falta», nada más. Sin embargo, la tentación de la ropa y la rebaja de los precios pueden más y tres horas más tarde se vuelven al trabajo cargadas con cuatro faldas, dos pantalones cortos, cuatro camisetas, un corpiño y unos zapatos, entre otras prendas. «Sólo venimos por lo que nos hace falta pero si una falda cuesta cinco euros.», explica Macarena.

Ella y Saray son un equipo tanto a la hora de comprar ropa como a la hora de intercambiarla. «Muchas veces le digo que se compre algo para después poder usarlo yo», cuenta entre risas Saray, la hermana mayor. Aquí no se acaban los beneficios. Las dos son conscientes del principal truco a la hora de ir de rebajas. «Hay que venir acompañados, ya no sólo porque te lo pasas mejor, sino para aprovechar el tiempo ya que mientras una se prueba algo la otra puede ir cogiendo sitio en la cola y así vamos más rápido. Además, una hermana siempre te va decir si algo te queda de verdad bien o no». Otro de los trucos que emplean es llevar puesta ropa cómoda y fácil de quitar para «no tardar tanto en los probadores». En las rebajas el tiempo es oro.

No se consideran estrategas ni expertas de la moda, «nos dejamos guiar por el instinto» aunque últimamente sí que miran las revistas para saber que se lleva durante esta temporada y quién lo lleva. «Estaba buscando un vestido como éste pero el otro día vi que lo llevaba Belén Esteban y me niego a ir vestida como ella», dice Saray. Después de estar una hora recorriendo la tienda de arriba a abajo es el momento de llegar a uno de los momentos más temidos en el primer día de saldos: La hora de pagar. Al final, la mañana les ha salido por 57 euros, previa paciencia en la cola de la caja. Otra más.