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Porta, desesperado
El chipionero lleva diez meses atrapado en Honduras a la espera de que el juez retire los cargos por su presunta participación en el golpe. Asfixiado por los problemas económicos, aún no ha obtenido la libertad para regresar a España junto a su esposa embarazada
CHIPIONA. Actualizado: Guardar«Es como si mi hermano estuviera muerto y enterrado en Honduras». Inmaculada Porta, hermana de Antonio, no sabe dónde acudir ni a quién pedir ayuda para que el chipionero, que está en libertad con cargos desde hace ocho meses, obtenga el permiso y vuelva a España «Él está desesperado y nosotros también. No podemos más. Nadie está haciendo nada, nadie habla, nadie se acuerda de él».
Toni, que viajó a Tegucigalpa para conocer a la que hoy es su esposa, María Antolina, se vio envuelto en un episodio de disturbios surgidos a raíz del golpe de estado de Micheletti. Su hotel se encontraba junto a la embajada de Brasil, donde estaba refugiado el presidente depuesto, Celaya, y fue detenido por la policía. Tras pasar un mes en prisión fue puesto en libertad, pero el juez aún no ha retirado los cargos de sedición y daños agravados por los que fue condenado a trece años de prisión tras un juicio sumarísimo.
«Va todos los lunes a firmar a los juzgados y su abogado siempre le dice que la semana que viene le darán la libertad. Pero así lleva ya dos meses y nada». El chipionero, que se había enamorado de una hondureña por Internet, se casó y al poco tiempo anunció su paternidad. Su mujer se encuentra en su cuarto mes de gestación, y su objetivo es que el niño nazca en España. «Pero cuando ella esté de siete meses ya no podrá coger un avión». Para más inri, su situación económica empeora por momentos.
El Ayuntamiento, invisible
Porta no puede trabajar por su discapacidad psíquica y María Antolina fue despedida de su empleo cuando anunció su embarazo. «El tiene una paga mensual de unos 600 euros. Y de ahí tiene que pagar el alquiler, la comida... Además allí no hay Seguridad Social y los médicos, las medicinas, los gastos del parto... es demasiado». La hermana de Antonio aseguró que están ahorrando en la medida de sus posibilidades para ayudarle a comprar los billetes de avión, pero se quejó de la inoperancia por parte del Ayuntamiento de Chipiona. «Que nosotros sepamos, no están haciendo nada para ayudarlo. Lo lógico sería que nos informaran, pero a nuestra casa no viene nadie, ni siquiera llaman para preguntar cómo estamos, ni para interesarse por él».