LA MUNDIAL
Actualizado: GuardarPor fortuna, la celebración del Mundial está dejando sin tanto efecto mediático lo que ocurre en el pantanoso perímetro del Xerez Deportivo. Lo que en su día el revolucionario Johan Cruyff definió como el entorno (directiva-prensa-afición) para aislar a la plantilla de presiones, es el Xerez un compás de espera.
Las cosas de la Justicia son lentas, pero el fútbol (perfecta adormidera) no se detiene. Por jerarquía, manda España ahora, y desde dentro del club dan las gracias.
En las oficinas del Xerez Deportivo hay menos gente que en el cumpleaños de Robinson Crusoe. Es un llano en llamas, con tres bomberos letrados y cuatro empleados que saldrán o saldrán por haber cumplido ciclos, con más gloria deportiva que penuria económica.
Pero el que manda en el Xerez es Néstor Raúl Gorosito, que es un crack, carismático, necesario en esta ciudad pródiga en mitos fundamentalmente foráneos. Hace mucho calor ahora para pensar en los cuarteles de invierno, pero dentro de seis meses sabremos si la entidad azulina será toro o torero en la Segunda División del fútbol español.
A día de hoy, el futuro rector deportivo, Emilio Viqueira, tiene que cocinar una batea de ilusiones en forma de fichajes. Lo que es la suerte y orientarse en este circo.
Rubiales, en el España-Portugal, ex xerecista ex levantinista, ahora presidente de los futbolistas, junto a otros dos orientados como Fernando Hierro y Emilio Butragueño, en Sudáfrica. Emilio Viqueira, volvió a esta ciudad por corazón, querido por la afición, a planificar un imposible. Es el precio de la modestia. Por eso Emilio, si necesitas portero, llama al crack de Álvaro Ojeda, que sigue en plena forma, y que para más que canta.