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Ahogados por el olvido
Barriadas como El Portal y Las Pachecas aguardan las ayudas prometidas mientras que muchos vecinos aún no han podido volver a casa Cáritas prestó apoyo a 170 familias de la zona rural afectadas por las últimas inundaciones
JEREZ. Actualizado: Guardar«Tengo muchas ganas de volver a mi casa pero no quiero verla otra vez inundada». María Valle y su marido se alojan con su hija Nieves desde el pasado mes de diciembre, cuando el agua destrozó en su vivienda de Las Pachecas todo lo que habían conseguido recuperar, con mucho esfuerzo, desde las riadas del 96. Es una de las muchas familias que aguardan a que las ayudas prometidas por las administraciones públicas lleguen por fin a sus bolsillos para poder empezar a organizar, de nuevo, sus vidas. Mientras tanto, cuentan con la solidaridad de sus familiares y vecinos, además de la que les prestan organizaciones como Cáritas.
«Llevo 38 años viviendo en esa casa y ahí he criado a mis cinco hijos. El salón está para tirarlo entero, los muebles se han echado a perder y hay que poner el suelo nuevo», detalló María. Además de su vivienda, su medio de vida -el campo- también sufrió los efectos de las intensas lluvias del pasado invierno aunque se están recuperando «y ya tenemos plantado algodón». Esta familia fue de las primeras en solicitar las ayudas al Estado y a la Junta de Andalucía: «Nadie nos dice nada», asegura.
«Si Cáritas no nos hubiera ayudado, no sé qué habríamos hecho porque estamos entrampados desde el 96 y ahora, otra vez, se lo llevó todo el agua», dijo María, que no tenía asegurada su vivienda. Los alimentos y el pago de recibos atrasados les ha servido para mantenerse a flote estos meses. «Todos los días se acuerdan de su casa y están deseando volver pero no se puede estar allí de la humedad. No quiero que se pongan enfermos», explicó su hija Nieves, que tiene en casa a seis personas en vez de cuatro.
«Están abandonadas»
Para el director de Cáritas Diocesana de Jerez, Juan de los Ríos, «estas familias están abandonadas por el Estado y por la Junta de Andalucía, que prometieron unas ayudas que aún no han llegado». La institución ha elaborado un informe en el que da cuenta de la intervención que están llevando a cabo desde las primeras inundaciones, cuáles son las necesidades más importantes y qué zonas las más afectadas.
«Las hermanas del Santo Ángel alojaron a 20 familias y alimentaron a alrededor de 80 personas en sus instalaciones, que se convirtieron en el albergue de la zona», explicó la responsable de Acción Social de Cáritas, Mari Ángeles Pozo. Solamente en El Portal -una de las barriadas más afectadas, junto a Las Pachecas- 160 familias se vieron afectadas por las inundaciones y 40 de ellas no tenían aseguradas sus propiedades. «A raíz de las lluvias han salido también a la luz muchos casos de infravivienda», dijo Pozo, que estuvo acompañada por el delegado diocesano de Cáritas, José Benítez.
A esta grave situación hay que añadirle los destrozos en las infraestructuras: «Fue paradójico que hubiera zonas anegadas que, sin embargo, no tenían agua corriente», apuntó la responsable.
En un primer momento, la intervención de Cáritas fue la de atender las peticiones más urgentes y coordinar todas las formas de ayuda con las delegaciones del Medio Rural y Políticas Sociales. Cuando el agua se retiró de viviendas y campos, Cáritas ha seguido actuando: «La semana pasada organizamos una asamblea en El Portal y hemos recibido peticiones de ayuda urgentes de 58 familias, 34 de ellas sin seguro. Necesitan neveras, camas, puertas...», indicaron desde Cáritas. Además del aspecto material, el equipo técnico de la institución se encarga también del apoyo emocional: «Hay un sentimiento generalizado de frustración y enfado porque las promesas no se cumplen», insistieron. «No queremos que ocurra igual que con Haití, que se habló mucho de la catástrofe en el momento y ya nadie se acuerda. Desde Cáritas recordaremos constantemente las necesidades de estas familias, dijo, por su parte, Juan de los Ríos, que apuntó que la delegación jerezana ha recibido en todo momento el apoyo de Cáritas de otras regiones como Sevilla, Cádiz, Málaga o la propia organización a nivel nacional.
Poca mejoría
La situación de estos vecinos, según Cáritas, «apenas ha mejorado en todo este tiempo. Hay familias de agricultores que no han podido trabajar durante cuatro meses y que se están manteniendo gracias a nuestra ayuda pero no sabemos cuánto tiempo podrán aguantar ni ellos ni nosotros», indicaron. La institución jerezana calcula que, entre el pago de recibos, alimentos y enseres, han podido destinar a la zona rural de Jerez alrededor de 50.000 euros».
Entre las intervenciones que Cáritas considera urgentes en la zona destacan la visita a las familias afectadas para valorar su situación, la coordinación técnica con el Ayuntamiento para ayudas directas a los más necesitados y enviar enseres solicitados a la vez a todos los afectados, además de intentar evitar futuras inundaciones con la limpieza del río, mejorar los desagües de las carreteras, hacer un nuevo canal de desagüe en La Greduela y poner en marcha del azud móvil de El Portal.