Reducen a la mitad la pena solicitada contra una deficiente por quemar un felpudo

«No te preocupes, no va a pasar nada». Con estas palabras, un familiar de la joven acusada de quemar un felpudo y provocar un incendio en San Fernando en 2007, trataba de tranquilizarla ayer en la puerta de la sala de vistas en la Audiencia Provincial, antes de celebrarse el juicio. La joven, que sufre una deficiencia mental leve, lloraba al saber que se enfrentaba a una pena de prisión «desproporcionada»: el fiscal solicitaba para ella 10 años de cárcel. Con todo, la Fiscalía redujo finalmente esta pena a la mitad, después de que el abogado defensor le ofreciera un acuerdo de conformidad. El letrado no consiguió, sin embargo, que la condena se cumpla en el domicilio bajo supervisión médica, y el fiscal exigió que la joven ingrese en un centro psiquiátrico durante cinco años. La forma de cumplir la pena la tendrá que establecer, por tanto, el tribunal de la sección primera que celebró ayer la vista oral.

Los testigos -un bombero, un policía local y la vecina del piso incendiado- recordaron los hechos, aunque la propia acusada los reconoció: tras abandonar su medicación, prendió fuego a un felpudo de plástico, afectando a la puerta de una vivienda. Por suerte, las llamas fueron sofocadas por los vecinos del edificio.