Los políticos chicle
Actualizado: GuardarCreo que una palabra gráfica para describir la actitud de los políticos del PSOE en estos momentos es la de que son como el chicle: no sólo porque se estiran o encogen a conveniencia con toda la gama de sabores según las regiones y con incoherencia, y hasta con o sin azúcar, hacen globos y ruidos estruendosos, y además se pegan al sillón de la mamandurria como lapas a la roca. Es decir, en puro castellano, que son unos caraduras: según ellos valen lo mismo para un roto que para un descosido, como los todoterreno.
Acabo de oír a Griñán explicar lo bien que lo están haciendo por someterse a los dictados de la Unión Europea, que les ha desautorizado de pleno su política del derroche y el déficit galopante, y encima dice con toda frescura que a él lo que más le preocupa es la gente (será para que le voten), y que controlan el déficit con sentido de la responsabilidad..., y eso que Andalucía va ya cerca del 30% de paro gracias a su gestión «progresista», con una Junta de 275.000 funcionarios y unos parques de coches y de móviles oficiales que ríete tú, Obama, 50% más en proporción que en el resto de España, y que va a escaldar a los ricos, aunque aquí los ricos lo sean menos que en Cataluña, pero más que en Extremadura, otra del PSOE. ¡Mira que si llegan a ser reaccionarios y fascistas como acusan con su cinismo demagógico y estructural a la oposición del PP! Estarían parados la mitad de los andaluces, como les pasa ya a los jóvenes de esta región... ¡Mentiras para creer!, que es le nuevo eslogan del PSOE, para «cambiar» el del 2008.
Pero no es nada extraño en estos socialistas de la ruina, ya que siguen el mantra leninista de «miente, que algo queda», que los tontos tragan, y además las consignas del pope Felipe González, que ya se ha pasado al neocapitalismo desde que comparte ocio con el califa marroquí y los ricos del mundo, y le ha enseñado a su aprendiz de brujo en el embuste (¿se acuerdan del OTAN, de entrada no pero luego sí de su referéndum?), el Asno de Oro según Apuleyo, o sea, Zapatero, que para reconvertirse tuvo que comerse una rosa (¿quizás la del PSOE?) y peregrinar a Roma, como le ha dicho con coña Berlusconi, que así es como nos ven ahora en Europa gracias a estos trileros e inútiles que a punto han estado de conseguir que nos echen del euro.
Aunque ellos, inasequibles al desaliento y prietas las filas para defender su mamandaurria, ahora dicen que el déficit era inevitable (con ellos al mando del BOE, desde luego), por culpa de Aznar y de Bush.
¡Mayor política «progresista» no cabe para convencer a los borregos!