MUNDO

Segunda enmienda

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«Siendo una milicia bien preparada necesaria para la seguridad de un estado libre, el derecho de la gente a guardar y portar armas no debe ser infringido». Una interpretación asegura que se trata de una garantía individual: cualquier ciudadano puede defenderse mediante el uso de las armas. Otra corriente teórica mantiene que reconoce un derecho colectivo, porque el poder físico lo tiene el Estado -mediante el Ejército federal- y es necesario asegurar al pueblo la libertad de rebelarse contra los gobiernos que se extralimiten en sus funciones.