Obama saluda al pasar por delante de Zapatero y Merkel, durante la foto de familia del G-20. :: AP
Economia

Zapatero quiere disciplinar los mercados

El Gobierno desea que los bancos amplíen su contribución al Fondo de Garantía de Depósitos

TORONTO. Actualizado: Guardar
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«Tenemos el compromiso de imponer deberes a los mercados». Con esa contundencia expresó José Luis Rodríguez Zapatero ante los dirigentes de los principales países avanzados y emergentes su determinación por ahondar en la transparencia y en la regulación de los mercados financieros, que en Europa han llegado a amenazar la estabilidad de países como España y Grecia, al cuestionar su solidez y capacidad para afrontar el pago de su deuda.

El presidente del Gobierno hizo esta afirmación durante la sesión de trabajo que los líderes del G-20, reunidos en Toronto, consagraron a la reforma del mercado financiero. Zapatero subrayó que esta actuación forma parte del espíritu con que este foro vio la luz al inicio de la crisis: «No podemos renunciar al que ha sido el mensaje central del G-20, hacer el mercado financiero transparente», destacó.

Según explicaron fuentes gubernamentales, el presidente propuso encargar al FMI un informe acerca de los «mecanismos para contener la especulación» con el fin de presentarlo en la próxima cumbre del G-20, que tendrá lugar en Seúl en noviembre. El mensaje denota que Zapatero tiene muy presentes los ataques especulativos que en mayo estuvieron a punto de dar al traste con el euro y forzaron a Europa a crear un mecanismo de rescate de 750.000 millones.

Zapatero resaltó que la crisis se originó en el sector financiero y subrayó la necesidad de transparencia, porque eso generará más confianza. Ensalzó el compromiso alcanzado en el último Consejo Europeo a iniciativa suya, para que los bancos hagan públicos en julio los resultados de los test de resistencia.

Tasa a la banca

La imposición de una tasa a la banca para hacer frente a futuras crisis fue otro tema dominante. Al final, el G-20 ha dejado que cada país decida. Zapatero destacó el mecanismo con que ya cuenta España, el Fondo de Garantía de Depósitos, un instrumento financiado por todo el sector. La vicepresidenta, Elena Salgado, defendió su validez en esta crisis -sirvió para rescatar a Caja Castilla-La Mancha- pero abrió la puerta a su ampliación a otros pasivos.

Salgado se comprometió a aplicar los principios que se acuerden en el seno de la UE, pero sin renunciar al Fondo de Garantía. «No vamos a abandonar un instrumento que ha sido tan útil, pero tal vez sea necesario que afecte a pasivos distintos de los depósitos, como a las emisiones y productos del interbancario».

Esa adaptación, creen los expertos, podría llevar aparejado un aumento de las cuotas que los bancos aportan al fondo, y su transformación en un instrumento de alcance mucho mayor, capaz de garantizar también obligaciones de pago contraídas entre entidades. El objetivo sería acabar con la actual parálisis del interbancario, motivada por la desconfianza, que llega al punto de que los bancos con liquidez prefieran depositar sus fondos en el BCE y retirarlos al día siguiente con una retribución mínima (0,25%) antes que prestarlos a otras entidades.

El otro gran asunto de la cumbre fue el binomio crecimiento-consolidación fiscal, que enfrentó en los días previos a EE UU, partidario de mantener los estímulos públicos al crecimiento, y a Europa con Alemania a la cabeza, que aboga por reducir el déficit a toda costa. Al final, el G-20 optó por una solución intermedia y acordó que cada país impulse una consolidación adaptada a sus circunstancias, pero sin renunciar al despegue. «El sentimiento general -explicó Salgado- es que la consolidación es también en sí mismo un factor de crecimiento, porque estimula la confianza».