
Milagros de la seguridad
Webber sale ileso de un grave accidente tras chocar con la parte trasera del bólido de Kovalainen y salir despedido por el aire
VALENCIA. Actualizado: GuardarCarrera emocionante, eléctrica, no falta de polémica, sanciones al final de la misma y de imágenes espectaculares, además de un accidente espeluznante. No le faltó de nada al Gran Premio de Europa de Valencia. Pero de lo que hubo que felicitarse fue de que el piloto de Red Bull Mark Webber saliese ileso después de dar una vuelta de campana y que su bólido quedase despedazado. Pudo acabar en tragedia, pero que el australiano saliese por su propio pie del habitáculo de su coche es una muestra de la seguridad que hay en la Fórmula 1.
No era el día de Webber. Salía en la parrilla en segunda posición, pero en el arranque le dejaron atrás. Esto fue un aperitivo. En la undécima vuelta, pilotaba al límite casi besando con el morro de su bólido la trasera del coche del finés Heikki Kovalainen. Error de cálculo o no, el australiano chocó con el bólido de Lotus y salió despedido por encima de la máquina de Kovalainen. El coche de Webber dio una vuelta lateral en el aire, cayó al asfalto y se deslizó brutalmente mientras la parte delantera y trasera del bólido se despedazaba hasta el área de protección donde los neumáticos amortiguaron el golpe. La imagen puso los pelos de punta, pero el australiano dio de signos de estar ileso en pocos segundos. Salió del habitáculo, que se tornó un búnker de seguridad para el piloto, y se marchó hacia su 'hospitality', donde atendió a la prensa tras la carrera.
Webber ironizó diciendo que para bailar un tango hacen falta dos y que para producirse el accidente que sufrió, también. Restó culpas a Kovalainen, pero se mostró sorprendido por «lo pronto que ha frenado, no podía hacer nada porque estaba muy cerca de su alerón trasero» y explicó que «ha sido un accidente muy desagradable. Me ha sorprendido lo que ha ocurrido después de la curva, al principio creía que me iba a dejar pasar, por la gran diferencia de ritmo entre los dos coches, pero ha empezado a impedirme el paso y me he preguntado '¿qué hace?'».
A Pedro Martínez de la Rosa se le vio sonriente cruzar el 'paddock' una vez finalizó la carrera. Había acabado en décima posición y sumaba su primer punto. Era motivo de satisfacción. Pero la alegría no le duró demasiado. El director de carrera y los comisarios abrieron una investigación sobre nueve pilotos, entre ellos el español, por entender que rodaron por debajo del tiempo mínimo establecido cuando el coche de seguridad estuvo en pista tras el accidente de Webber y Kovalainen. La versión de los pilotos no convenció y fueron sancionados con cinco segundos a los nueve. Así, De la Rosa pasó de la décima a la duodécima plaza y se quedó sin punto.
El que se debió quedar con el pie amoratado fue el piloto de Williams Hülkenberg. Fue otro de los sancionados, pero éste no acabó la carrera. Pisó una pieza en el lugar del accidente y rompió el neumático de la rueda derecha trasera. Hulkenberg se lió a patadas con el neumático.