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Duelo de estrategas en Johannesburgo
La pizarra del 'Loco' Bielsa, al servicio de Chile, desafía el rigor táctico del 'totalitario' Dunga
JOHANNESBURGO. Actualizado: GuardarUna de las viejas leyes no escritas del fútbol, recordada por el mexicano Javier Aguirre tras caer ante Uruguay, concluye que los jugadores ganan los partidos con su talento y los entrenadores los pierden con sus planteamientos. El atractivo choque sudamericano entre Brasil y Chile de esta noche abre un debate extraordinario. ¿Será capaz 'El Loco' Bielsa de diseñar un plan capaz de desafiar a la lógica y superar por fin a los pentacampeones?
Se trata de una cuenta pendiente durante su carrera. Dunga, otro amante de la estrategia pero en su versión más cerrada, le ha ganado siempre la partida. Se muestra intratable en sus cinco duelos con la 'Roja', con un marcador a favor humillante: 20-3. En las eliminatorias para el Mundial, la 'canarinha' fue la única selección capaz de arrebatarle los puntos a Chile.
Bielsa considera de suma importancia revertir hoy en Johannesburgo una historia que no encuentra un final diferente desde hace una década, cuando el conjunto dirigido por Nelson Acosta venció a Brasil por 3-0. Era el camino hacia Japón y Corea. Se repite el choque de octavos de Francia'98, donde el bloque liderado por Ronaldo cortó de forma abrupta el paso de la dupla 'Za-Sa' (Zamorana-Salas), 4-1. Mucho antes, en Chile'62, Brasil apeó a los anfitriones en semifinales (4-2).
Dunga es un 'totalitario', en el sentido de que el resultado manda y se debe juzgar a través de él. Si se gana, todo es fenómeno. Entiende que el éxito legitima los comportamientos. Tras superar a Costa de Marfil, se 'peleó' con un periodista de la cadena O'Globo. En plena rueda de prensa, el informador hablaba por el móvil. «¿Algún problema?», le preguntó Dunga. «¡Yo no te estoy mirando!», le respondió el enviado especial. «¡Bestia, burro, cabrón!», masculló el técnico con el micrófono abierto.
Vuelven Kaká y Robinho
Dunga cambió la samba por el rol de proletario. «Quien no roe hueso, no come filete», recuerda a sus pupilos como principio básico. Se le discutió acudir a Sudáfrica sin un '10' clásico y prescindir del talento de los Ronaldinho, Pato y Ganso. Éste es el Brasil de Dunga, no de Kaká. Equipo de autor, no de estrella. De un conductor enérgico, apasionado, intuitivo pero, según sus críticos, también rencoroso.
Desconfía el 'gaucho' Dunga del favoritismo ante los chilenos y ensalza a su colega. «Bielsa es un entrenador de talla mundial que ha demostrado cosas muy buenas. Dirige a un equipo muy competitivo, con mucha calidad técnica, que ha jugado grandes partidos. Llegó a Sudáfrica bien preparado, va en ascenso y va a luchar mucho por llegar lo más lejos posible. Frente a ellos no podemos permitirnos errores ni desdoblar mucho a los laterales porque se despliegan con tres delanteros», advierte.
Recupera a Kaká, tras cumplir la sanción ante Portugal, y a Robinho, reservado por descanso. El centrocampista Elano está muy mejorado de la lesión de tobillo sufrida contra Costa de Marfil y se entrena bien. Causa baja Felipe Melo, un 'stajanovista' que representa como nadie el espíritu de Dunga. Ramires y Josué pugnan por suplirle.
El código de Bielsa establece que Chile no se arrugue, que salga al frente, no a esperar que el rival le ahogue. Es el único representante de Sudamérica que perdió un partido en la primera fase y acabó segundo de grupo, pero mostró fútbol, sacrificio y orden. Sabe que sus discípulos se jugarán la vida, que realizarán una presión agobiante, tan intensa que roce la legalidad. Por eso son los más tarjeteados del campeonato. Ponce, Medel y Estrada están sancionados. Carmona ejercerá como sostén del equipo y los entrenamientos apuntan a Matías Fernández como enganche. Además, el 'Chupete' Suazo, puede ser la gran baza ofensiva.
Obsesivo como el director de cine Stanley Kubrick y extravagante como el músico Bob Dylan, el técnico argentino, que tiene fobia a las masas, señala con claridad: «Brasil es uno de los candidatos, pero nosotros tenemos lo nuestro. Si les das una pequeña ventaja, la aprovechan. Tenemos que estar concentrados al máximo».