Dos limpiacristales trabajan en la fachada de la sede central del Deutsche Bank en Fráncfort. :: EFE
Economia

Bancos y cajas se examinan

Vencida la resistencia europea, los expertos piden profundizar en el análisis y evaluar los riesgos de las carteras de deuda pública España dará a conocer las pruebas de resistencia de todas las entidades

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Unión Europea prepara la publicación del resultado de las pruebas de la resistencia que los 25 grandes bancos de la región serían capaces de presentar ante un eventual grave empeoramiento de las condiciones económicas y monetarias. En la primera quincena de julio decidirá cómo hacerlo y debatirá si conviene extender el examen a otras entidades o incluir más elementos de análisis, como la cuota que alcanza en el activo de cada uno de los examinados la deuda pública de diferentes estados. El Banco Central Europeo se ha declarado partidario.

El Banco de España está dispuesto a ir más allá. Dará a conocer la 'calificación' obtenida por cada una de las instituciones españolas, incluidas las cajas de ahorros y las cooperativas de crédito. Lo hará «para que los mercados conozcan perfectamente la situación del sistema», y se detendrá a mostrar «los deterioros estimados, las necesidades de capital consiguientes y el aporte de recursos propios comprometidos». Seguramente optará por evaluar los grupos nacidos de las nuevas 'fusiones frías', lo que permitirá lucir mejores resultados.

La difusión de estos test es uno de los contados éxitos de la presidencia española y su anuncio tras el reciente Consejo Europeo proporcionó un balón de oxígeno a un sector financiero otra vez asfixiado por la sequía del interbancario y por la escalada de la deuda, tras haberse disparado la prima de riesgo de España y el precio de los seguros frente al impago. La presión se atenuó, aunque nadie se atreva a pronosticar cuánto durará la tensa calma que actualmente reina en los mercados.

«¡Que se publiquen los resultados aislados!», clamaron los dirigentes de la patronal bancaria, que encontraron rápido apoyo en el Gobierno. La demanda de los bancos españoles persigue sacar a la luz sus ventajas comparativas respecto a la mayoría de los colegas europeos, y de los alemanes y británicos en particular. Josef Ackermann, primer ejecutivo del Deutsche Bank, consideró «muy, muy peligroso» difundir las pruebas.

La filtración interesada de una conversación entre Cameron y Zapatero divulgó el liderazgo de Santander y BBVA en los exámenes de solvencia llevados a cabo en 2009 por encargo del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas. No era una sorpresa, porque el modelo de banca básicamente comercial pone a salvo a los gigantes españoles de los problemas de la inversión de alto riesgo, y con la diversificación geográfica compensan los tiempos de vacas flacas del mercado nacional. Aunque los bancos centrales que poseen la información guardaron silencio, la noticia ayudó a pinchar las especulaciones de que España estaba a punto de acudir en demanda de auxilio al fondo de rescate europeo ante el encarecimiento de la deuda y la fragilidad de su sistema financiero.

Pero una cosa son los dos grandes y otra el resto de bancos y cajas españoles, donde hay entidades en muy diferentes situaciones, algunas de ellas fuertemente tocadas por la crisis del inmobiliario. Por eso algunos expertos aconsejan incidir en el impacto de la caída de los precios de la vivienda y las pérdidas en la cartera de promotores. Si agencias de calificación como Standard & Poor's ya estiman ahora mismo la existencia de números rojos de 120.000 millones, «un test de estrés creíble tiene que permitir escenarios sustancialmente peores», apunta Luis Garicano en el blog 'Nada es gratis' de Fedea.

El Banco de España, sin adelantar pistas, apuntaba en su más reciente informe de Estabilidad Financiera que los 99.000 millones de euros disponibles en el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para inyectar a las entidades en dificultades representan el 46% de los fondos propios que tenía el sistema en diciembre de 2009.

«Esa cifra cubre holgadamente el peor de los escenarios de pérdidas que se han barajado a nivel internacional», aseguró. Y recordaba que el Banco Central Europeo estimaba a finales del pasado año unas pérdidas potenciales del 15% sobre fondos propios para el conjunto de la zona euro, después de considerar las provisiones existentes y sin contar con la generación de beneficios. En octubre de 2009, ese mismo ejercicio realizado por el Fondo Monetario Internacional estimaba un impacto del 35% para Estados Unidos y del 23% para los socios de la divisa europea.

Cómo se reparten esos impactos entre las entidades europeas es lo que ahora se pretende dar a conocer. El examen individualizado que se realizó a 19 instituciones norteamericanas tras el impacto de la quiebra de Lehman Brothers dejó al descubierto las debilidades de Bank of America, Citigroup y Wells Fargo, mientras Goldman Sachs o JP Morgan pasaron las pruebas con una nota aceptable.

Y la evaluación conjunta de esas entidades hecha pública en mayo de 2009 arrojó, para el peor escenario -tasa de paro del 10,3% y retroceso del PIB del 3,3%- unas necesidades de capital de 75.000 millones de dólares, cuando ya se habían destinado cientos de miles de millones a los rescates. Por eso, los expertos celebran la transparencia, pero no ocultan su escepticismo.

El Banco de España también matiza las conclusiones que puedan obtenerse de las pruebas de resistencia o el cálculo de pérdidas.

«Los resultados de estas simulaciones deben tomarse con mucha cautela, tanto si muestran pérdidas elevadas como si presentan capacidad de resistencia muy alta», puntualiza finalmente el instituto emisor, que recuerda la sensibilidad de tales trabajos a las hipótesis manejadas, la información disponible y el horizonte temporal para el que se realizan.