Las incógnitas del accidente
BARCELONA. Actualizado: GuardarUn día después de la tragedia, las incógnitas en torno a las causas del accidente se sucedían como alternativa o como complemento a la versión oficial que atribuye a una imprudencia la muerte de 13 jóvenes en la estación de Castelldefels. Imprudencia y temeridad, sí y mucha, pero hay voces que apuntan que quizá sea necesario revisar las instalaciones y los protocolos de seguridad.
«Si las cuatro investigaciones que hay en marcha concluyen que hace falta extremar las medidas, se hará», dijo ayer Víctor Morlán, secretario de Estado de Infraestructuras. «Otra cosa es si en días de elevada concurrencia tal vez hace falta reforzar medidas de seguridad o de advertencia», afirmó Joaquim Nadal, consejero catalán de Infraestructuras, saliendo al paso de las críticas. El cónsul general de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano, fue más allá de la mera denuncia pública y anunció que los familiares de las víctimas estudian emprender acciones legales contra los responsables de la estación porque creen que el paso elevado debía haber estado abierto para evitar el colapso.
La remodelación de la estación se inauguró en octubre de 2009. Una de sus principales mejoras consistió en construir un paso subterráneo de 21,5 metros de longitud y más de tres de ancho que permitió cerrar el paso elevado de hormigón que atraviesa las vías. Desde entonces, esta plataforma se cerró al público. Muchos de los testigos alertaron de que, como sólo acudían a este lugar una vez al año, desconocían el cambio de uso de este paso. Los vecinos de la zona señalan que se ha cerrado porque muchos usuarios utilizaban el paso elevado para colarse al tren sin pasar por los tornos y sin la previa validación del billete reglamentaria.
Nuria Merín es psicóloga y vecina de la estación de Castelldefels playa. «Desde que se hizo la remodelación, un amigo la bautizó como Guantánamo Beach». ¿Por qué? «Porque la han cerrado por todas partes, ya que la gente se colaba con facilidad. Y ahora toda la reforma es un intento de evitar todo eso. Cada día que cojo el tren, veo gente pasando las vías, sólo para ahorrarse bajar unas escaleras, andar 21 metros y volver a subir otras escaleras».
Otra de las dudas que asaltan a la población es saber si el tren avisó de que estaba a punto de pasar. Varios testigos aseguran que no fue así, mientras las fuentes oficiales replican que sí lo hizo, a pesar de que no es obligatorio. El hecho de que el convoy llevara o no luces fue otro de los aspectos que se puso en duda. En este caso, Renfe no albergó duda alguna y aseguró que el servicio entre Alicante y Barcelona llevaba en marcha los focos que está obligado a activar. Algunos testigos, como Carolina Simbaña, que perdió a un primo, lo niegan. Ella estaba entre la treintena de jóvenes que cruzó la vía a pie. «Si hubiese oído algo del tren o visto algo, no hubiese hecho que la gente bajara a la vía», relató.