Un perito confirma la falta de seguridad de la obra en la que murió un albañil
JEREZ. Actualizado: GuardarLa segunda sesión del juicio por la muerte de Manuel García Rendón, un trabajador de la construcción que falleció en 2002 mientras acometía obras en una bodega, se desarrolló ayer sin grandes sorpresas, ya que las partes se ratificaron en sus versiones e informes iniciales. Uno de los testimonios de mayor relevancia fue el de un perito especializado en seguridad, que reconoció que la obra tenía un déficit «evidente» de medidas de seguridad.
En concreto, subrayó que el andamio utilizado «era de los más baratos e inseguros» y que el finado carecía de elementos indispensables como cinturón, casco y barras de protección. Por todo ello, el experto calificó de «graves» las infracciones cometidas, aunque puntualizó que la bodega sí tenía cumplimentado su deber. Antes del perito comparecieron los dueños de la empresa y hermanos de uno de los imputados -José P. M.- que defendieron la legalidad de la contratación del fallecido, aclarando estaba dado de alta como autónomo, y era él quien debía estar al día con la Seguridad Social y tomar las medidas preventivas.