Con un ojo en Bloemfontein

España también juega en el Free State Stadium de Bloemfontein, y a la misma hora. Sí, porque si quiere ser primera para evitar casi con total seguridad a Brasil y de esta manera medirse en octavos a la Portugal de Cristiano Ronaldo, la selección de Vicente del Bosque debe golpear a Chile y esperar. Aguardar al encuentro entre Suiza y Honduras, a que los helvéticos, ya en la lista de rivales 'non gratos' para 'La Roja' -como la Italia del 94, la Francia de 2006 o la Bélgica de 1986...-, no superen a los americanos por un gol más de los que consiga la actual campeona de Europa contr a los de Marcelo Bielsa. Así firmaría el liderato del grupo H y jugaría el próximo martes la eliminatoria (20.30 horas). De lo contrario, saltaría al césped un día antes, el lunes (20.30 horas).

En un duelo inédito en la amplia historia del fútbol, Suiza presume de un gran potencial defensivo -como demostró contra España-, pero flojea delante de la portería contraria. De esta manera, hombres como Alexander Frei y Blaise N'Kufo deben afinar su puntería para dar el pase de ronda a los hombres de Ottmar Hitzfield, un estratega que ya alertó ayer a su oponente: «He tomado nota de sus agujeros -contra España dejó en evidencia más de uno-y los trataremos de aprovechar. E iremos al ataque», apuntó el técnico teutón.

Honduras, mientras tanto, apela a la dignidad, a no irse de vacío en su regreso a un Mundial, después de su estreno en España hace 28 años. Aún gozan de posibilidades de pasar de ronda, remotas, por eso se centran en maquillar un tránsito penoso por el torneo sudafricano. «Es de salvar el honor y hasta soñar con clasificarnos. Hay que arriesgar todo», se envalentonó Reynaldo Rueda, que señaló a la falta de confianza de sus futbolistas como causa principal de que su combinado marche último de grupo y, además, sin ningún gol anotado, entre las más débiles del torneo.