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Economia

Las cajas prevén que el recorte de Zapatero devolverá a España a la recesión a final de año

El presidente del Gobierno atribuye a rumores y estimaciones exageradas las dudas sobre la solidez de la economía española

MADRID. Actualizado: Guardar
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La amenaza de la recesión planea otra vez sobre la economía española. La fundación de las cajas de ahorro (Funcas) pronostica que el duro programa de recortes de gasto e inversión públicas aprobado en mayo por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero volverá a hundir el Producto Interior Bruto (PIB) en tasas negativas en el tercer y cuarto trimestre del año, tras el fugaz crecimiento del 0,1% registrado en enero-marzo. Para 2011, las cajas esperan que la actividad crezca de forma muy moderada cada trimestre, lo que lastrará la creación de empleo.

En el último número de sus Cuadernos de Información Económica, que lleva por título 'Previsiones a la Carta', Funcas avisa de que el tímido repunte del PIB del primer trimestre -que explica por la expansión del 5,9% del consumo de las administraciones públicas- «no significa que estemos saliendo de la crisis». Las condiciones económicas, subraya, siguen sin ser las propicias para una recuperación sólida y sostenida.

Para el segundo trimestre de este año, Funcas prevé «un estancamiento del PIB» en su tasa trimestral. Por un lado, espera una notable caída del consumo público y el mantenimiento de la tendencia a la baja de la inversión en construcción. En sentido contrario, pronostica una aceleración del consumo privado por los adelantos de compras de determinados bienes -sobre todo casas y coches- provocados por la inminente subida del IVA el 1 de julio y por el fin de las ayudas del plan 2000E para la adquisición de automóviles.

Pero el impacto positivo de los anticipos de compras del segundo trimestre puede verse contrarrestado después por el plan gubernamental para recortar gastos por 15.000 millones y reducir el déficit público en 1,5 puntos de PIB adicionales entre 2010 y 2011. Un listado de medidas de choque -incluye rebajas de sueldos de empleados públicos, congelación de pensiones, recortes de ayudas sociales y un importante tijeretazo a la inversión pública- que, según Funcas, puede ser el causante del fuerte descenso que sufrió en mayo la confianza de los consumidores. De todos esos factores, la fundación concluye que «en los trimestres tercero y cuarto el PIB volverá a tasas negativas».

La Comisión Europea ya avisó en febrero pasado de que la subida de tipos del IVA anunciada para el mes que viene -del 16% al 18% el general y del 7% al 8% el reducido-, una medida muy contestada en España por la oposición política, podría desincentivar el consumo y provocar una recaída del PIB, que el Gobierno se apresuró a descartar.

Ahora, a esa incertidumbre hay que sumar la sembrada entre los consumidores y empresas por el duro paquete de ajuste fiscal y la reforma laboral. La semana pasada, tras recibir en La Moncloa al director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, Rodríguez Zapatero descartó que las medidas de consolidación fiscal afecten a las perspectivas de crecimiento más allá del anunciado recorte de medio punto de PIB en el crecimiento de 2011.

Recaída puntual

En cualquier caso, la recaída prevista por Funcas en su informe será puntual, ya que para 2011 pronostica que las tasas de crecimiento intertrimestral volverán a ser positivas y con una ligera tendencia ascendente, aunque en todo momento se mantendrán en niveles muy moderados. Tanto que lastrarán la deseada recuperación del mercado de trabajo. «No veremos tasas positivas de creación de empleo quizás hasta finales de próximo año, y en todo caso serán muy modestas», avisa el documento. La tasa de paro estimada para este año será del 19,9%, superior en cinco décimas al 19,4% contemplado en el último informe de posición cíclica aprobado por el Ejecutivo.

El presidente del Gobierno volvió a dejar claro que no comparte esas previsiones tan pesimistas. Durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, atribuyó las dudas sembradas en los mercados en torno a la solidez de la economía española a rumores y a estimaciones «exageradas». Sobre el mercado de trabajo, admitió que la reforma laboral recién aprobada no será la «solución definitiva» al paro, pero pidió esperar a ver sus efectos.

El jefe del Ejecutivo viajará este sábado a la ciudad canadiense de Toronto, donde asistirá a la cumbre del G-20, el foro que agrupa a las principales economías desarrolladas y emergentes para buscar soluciones a la crisis.