«Si fuera jugador, me gustaría parecerme a Busquets»
El técnico alaba a su pareja de medios y niega que haya dado «un volantazo» al juego de España
POTCHEFSTROOM. Actualizado: GuardarAl término del partido ante Honduras, en la sala de prensa del Ellis Park, Vicente del Bosque pareció algo contrariado. Ayer, en Potchefstroom, dio otra imagen. Había visto de nuevo el encuentro y su lectura fue más benévola. «Creo que hicimos las cosas bien. Lo que ocurrió es que, al final, hubo unas cosillas que lo deslucieron. Fue un partido distinto al de Suiza, que nos jugó en un terreno más reducido. Ante Honduras, en cambio, hubo más espacios y el juego se dividió, sobre todo en los últimos veinte minutos. De todas formas, si estaba serio era porque, al final, lo único que hicimos fue cumplir con nuestra obligación», dijo.
El seleccionador también puntualizó su apreciación sobre la vulnerabilidad de España, el principal defecto que detectó ante los hondureños. «Fue la última impresión que tuve del partido. Nos abrimos, jugamos con mucha distancia entre líneas y eso exigió un sacrificio grande en defensa a los centrocampistas. Es verdad que creamos un montón de ocasiones, pero ante un rival más exigente, eso hubiera sido un peligro», advirtió Del Bosque, que tuvo que responder a las críticas de algunos medios, los que hablan de «un volantazo» en el estilo de juego que llevó a 'La Roja' a ganar la pasada Eurocopa. «No creo que haya esas diferencias de las que se habla. Y eso que me empeño en buscarlas. Puede haber percepciones, pero ves los datos que da la FIFA y se aproximan mucho a los del pasado. Lo que ocurre es que, en el fútbol, no hay un perfil único. Hay muchas formas de jugar y mucha variedad. Parece que me he alejado del modelo anterior, pero a mí me gustan Xavi, Cesc, Silva, Iniesta y todos esos. El juego no ha cambiado en lo sustancial».
El gran partido de Busquets y Xabi Alonso ante Honduras fue una de las mayores alegrías que se llevó el lunes el entrenador del equipo nacional. Le habían criticado por alinear a ambos ante Suiza y ayer pudo desquitarse. Lo hizo a su modo, con elegancia, colmando de elogios a su pareja de medios centro. «Si fuera jugador, me gustaría parecerme a Busquets. Hace todo. Ayuda al equipo, es generoso, se vacía y es el primero en jugar al fútbol. Cuando está bien todo es más fluido. Y no digamos nada de Xabi Alonso. Es una referencia para la defensa y también en la construcción del juego. Nos da muchas variantes con su juego en corto y en largo, y tiene disparo a gol. Esa etiqueta de que son defensivos yo no la veo. Todo es opinable en el fútbol, pero yo no la veo. Ojalá todos fueran como ellos. Es extraordinario como piensan en todo, en los laterales, en los medios, en los delanteros...».
Un capote a Torres
Del Bosque se refirió en parecidos términos a Xavi, que ante Honduras no brilló como acostumbra, algo que algunos achacan a su posición en el campo, más adelantada que en el Barça. «Con todos los jugadores buscamos la zona en la que desarrollan su función en su club. No hemos cambiado la función de nadie. Somos bastante escrupulosos en eso. Lo que hace Xavi no difiere de lo que hace en el Barcelona. Su área de influencia es la misma. Es otro entrenador dentro del campo», comentó el técnico, que tampoco se olvidó de Torres.
El hecho de que el delantero desperdiciara tres claras ocasiones se lo tomó el salmantino como un gaje del oficio. «No me preocupa. Es un jugador avezado. Lo importante es que está bien de la rodilla. Hay que confiar en que en el próximo partido tenga más tino». Del Bosque no se fía nada de Chile, un mal rival. De hecho, se refirió al partido del viernes como una batalla. «Chile es un rival complicado, con buenas individualidades y un buen juego de conjunto. Defiende bien, no especula en el centro del campo y llega arriba con mucha velocidad y muchos hombres. Teníamos asumido que a los equipos sudamericanos les faltaba la organización y la disciplina de los europeos. Pero la realidad es que ellos juegan muchísimo partidos en la fase de clasificación, y gracias a ello van cogiendo grandes automatismos».