Gobierno y oposición dan un portazo a la propuesta de la izquierda 'abertzale'
Los socialistas exigen pruebas de la ruptura con ETA y los populares amenazan con pedir la ilegalización de Eusko Alkartasuna
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno y la oposición se han puesto de acuerdo al menos en una cosa, en dar un portazo al último movimiento de la izquierda 'abertzale' para volver a la legalidad. Ambos comparten que el acuerdo suscrito con Eusko Alkartasuna para trabajar por la independencia de Euskadi sin violencia es más de lo mismo, un ejercicio de retórica. Los socialistas exigieron pruebas, y no palabras, de la desvinculación de ETA, mientras que los populares amenazaron con pedir la ilegalización de EA si integra en sus listas para las elecciones municipales a miembros de Batasuna.
El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero salió escaldado de la última tregua de ETA y ha puesto alto el listón para dar credibilidad al discurso de la izquierda 'abertzale' que apuesta por las vías políticas sin interferencias violentas. «No bastan las palabras, hacen falta hechos claros e inequívocos», afirmó ayer el ministro de Justicia. Las pruebas que reclama Francisco Caamaño son una declaración expresa de condena de la organización terrorista o que ésta anuncie el final del la violencia. Todo lo que no sea eso no tiene valor para el Gobierno.
El titular de Justicia comentó que si esos condicionantes son satisfechos habrá «una respuesta de los demócratas». Pero hasta que la izquierda 'abertzale' no dé ese paso, que no espere cambios en la postura gubernamental. El Gobierno, insistió Caamaño, quiere «verificar, más allá de toda duda» que los movimientos de Batasuna son serios y no tacticismos para estar en las elecciones sin romper con la organización terrorista.
Fuentes gubernamentales recuerdan que también durante el proceso de conversaciones que siguió a la tregua de ETA de marzo de 2006 la izquierda 'abertzale' reivindicó su autonomía, pero al final se demostró que era falsa. En concreto, recuerdan que en las llamadas 'conversaciones de Loyola' hubo algunos acercamientos en la mesa del PSE, PNV y Batasuna antes del verano de aquel año, pero en septiembre todo saltó por los aires por la imposición de ETA a los negociadores de la izquierda 'abertzale', según reconocieron ellos mismos a sus interlocutores.
En esta ocasión, aseguran expertos de la lucha antiterrorista, no hay indicios de que la organización terrorista se plantee dejar las armas. Atribuyen la inactividad a su debilidad y a los golpes policiales, nunca a una decisión estratégica de no atentar. De hecho, recuerdan, las últimas detenciones permitieron comprobar que ETA tenía operaciones en marcha. Interior cree que si hay otro alto el fuego sólo será táctico.
Interesante, pero insuficiente
Las palabras del titular de Justicia fueron corroboradas por el ministro de Educación, que si bien consideró «muy interesante y muy importante» todo lo que sucede en la izquierda 'abertzale' todavía es «muy insuficiente» para dar carta de credibilidad a sus declaraciones de intenciones. Ángel Gabilondo situó su escepticismo en un punto medio porque «no tienen razón» los que dicen que «no está ocurriendo nada» en el mundo de Batasuna como tampoco la tienen los que afirman que la izquierda 'abertzale' ya ha hecho «lo suficiente».
Al PP el acto del palacio Euskalduna de Bilbao del domingo le dejó indiferente. «Es más de lo mismo y no hay nada nuevo», comentó el vicesecretario de Comunicación, Esteban González-Pons. La preocupación de los populares se centra en la posibilidad de que Eusko Alkartasuna abra sus listas para las municipales a los restos de Batasuna. Si es así, avisó, el partido nacionalista «debe ser ilegalizado». Afirmó que una candidatura, «por limpia que esté», si tiene «el aval o la complicidad» de Batasuna está «contaminada», pues lleva «la simiente de ETA».