Campañas baratas
Actualizado: GuardarLa iniciativa planteada por Rajoy para «reducir a la mínima expresión» los gastos de los partidos en las campañas electorales para acomodarse a la austeridad general parece prosperar. Desdeñada en principio por los socialistas, está sin embargo siendo negociada en una subcomisión parlamentaria y ya hay acuerdo en reducir a 15 los días oficiales de campaña electoral. El PP pretende que el gasto por campaña -67,7 millones de euros en las generales del 2008, según el Tribunal de Cuentas- se reduzca en un 30%. Y en el mismo porcentaje las subvenciones. La propuesta es plausible, y previsiblemente los partidos no podrán negarse a secundar al PP. Con todo, el recorte es modesto y seguramente se podría aún ir más allá: si se piensa que hoy es perfectamente posible basar el grueso de las campañas electorales en los medios audiovisuales y en las nuevas tecnologías de información -las redes sociales sobre todo-, se entenderá que se podría prescindir perfectamente de los carísimos mailings, de la publicidad exterior -las vallas-, de la propaganda impresa y de la mayoría de los mítines. Con buena voluntad, el ahorro podría ser mayor que el que se plantea para cubrir, sencillamente, el expediente.