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«La Catedral es grandiosa pero también inhóspita y mal ubicada»

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López inicia una etapa de tres años en los que trabajar para que la Catedral sea referente religioso y cultural de Jerez. Se lo toma con mesura pero consciente de la importancia de lo que se pide del Cabildo en este momento.

-¿Cuál es la importancia real que tiene este cargo para el que acaba de ser elegido?

-Es el primer templo de la diócesis y, como tal, tiene una importancia que entiende que no todos calibren. Somos diócesis joven y tan desacostumbrada aún que muchos siguen llamándola Colegial. En otros lugares los siglos hacen que la gente la mira con otros ojos. Es la sede del obispo y, por tanto, punto de referencia litúrgico, pastoral, cultual y cultural para toda la diócesis.

-¿Y se considera facultado para esa otra vertiente de la que habla?

-La mayoría de los canónigos son doctores. Ya desde los tiempos de monseñor Bellido hubo siempre la inquietud por formar los curas.

-Aquellos que gustan de estos vaticinios le colocaban en las quinielas. ¿Cómo fue esta elección?

-Para mí ha sido una sorpresa, yo no lo esperaba. Había otras personas mejor situadas que yo. Aunque sólo fuera porque llevan más tiempo que yo de canónigos. El problema es que los doce que formamos el Cabildo Catedral estamos sobrecargados de muchas tareas. Otros están ya mayores, enfermos o para otros, como el rector del Seminario, era incompatible. Quizá pesase que yo, por ser párroco de los Cuatro Evangelistas (San Marcos) estoy muy cerca de la Catedral.

-Ahora que habla de parroquia, ¿era imprescindible desproveerla de su condición de sede parroquial para que viera reforzada la propiamente catedralicia?

-Era bastante lógico. Hay que agradecer la labor realizada durante años de José Luis Repetto, veinticinco años como deán y cuarenta en total al frente de este templo. Cuando accedió por oposiciones al cargo de abad de la Colegial le venía dado la condición de párroco de San Salvador, fusionada luego con la de San Dionisio. Ahora se decide que en este otro templo resida la parroquia y la Catedral, al ser sede del obispo, sea éste quien pueda disponer libremente de ella. Se daba a veces la circunstancia de que se habían fijado bodas u otros acontecimientos que dificultaban fijar celebraciones diocesanas como, por ejemplo, una ordenación.

-No me negará que tiene su miga suceder a Repetto...

-Es más. Creo que él estaba también satisfecho de que fuera yo. Soy jerezano, nací a cincuenta metros de la Catedral, la Colegial entonces. Soy del barrio y fui bautizado, confirmado y ordenado aquí. Se dio, incluso, la circunstancia de que, junto a otro compañero, fui el primer sacerdote ordenado en la Catedral. Hubo una episcopal, la de monseñor Del Val, pero la primera presbiteral fue la mía. Además fui seminarista y feligrés de don José Luis.

-Hay estima entre ustedes. ¿Y cómo valora la que los jerezanos, en general, tienen a su Catedral?

-Este es un templo grandioso pero también inhóspito, frío y muy esquinado en una zona de Jerez poco poblada. Por eso ha sido siempre difícil de llenar. Y los jerezanos tienen razón cuando expresan este tipo de consideraciones.

-¿Qué se proponen hacer para vencer estas dificultades?

-Todavía es pronto para decidir. Además vamos siempre con el sentir del obispo. Es él quien marca la pauta. Y una de las cosas que quiere es abrirla a la Diócesis, que la sienta suya. Manifestaba una idea que a mí me parece estupenda: que la misa del domingo, que quiere celebrar él mismo cuando pueda, sea oficiada por distintos párrocos de cualquier sitio de la diócesis. Otro proyecto en marcha es la apertura al turismo de modo más serio. Ello requiere de un desembolso económico y un arreglo de dependencias.

-¿Y el museo catedralicio?

-Tenemos aquí piezas bastante buenas para exhibir en comparación con lo que podemos encontrar en otros museos de toda España. Se trata de acondicionar como museo dependencias cercanas al patio.

-¿Tenemos previsión de fechas para esas obras?

-El obispo tiene premura y quiere afrontarlas pronto pero acaba de cumplir un año, en el que ha esperado para conocer todas las realidades de la Diócesis. Pero está muy ilusionado con ello.

-Las lluvias de este pasado invierno han desvelado que hay obras urgentes. Se arreglarán las filtraciones de las cubiertas, ¿verdad?

-Sí, se llueven por muchos sitios. Está previsto, por parte del Obispado, que este mismo verano se realicen para que el año que viene no volvamos a sufrir estas goteras.

-El Cabildo Catedral ha mantenido siempre unas muy buenas relaciones con el otro de la ciudad, el Cabildo Municipal. ¿Valora cuanto de escaparate de las relaciones Iglesia-sociedad favorece esta histórica relación?

-Sí, claro. Toda la etapa de Repetto ha sido un ejemplo, muy fructífera. Celebraciones como las de San Dionisio o el Corpus son muestra de ello. Ahora la crisis impide ciertas colaboraciones pero a veces se ha contado incluso con colaboración económica.

-Observo que mantiene su condición de párroco de los Cuatro Evangelistas. ¿Se puede atender a una feligresía que ocupa más de la mitad del casco histórico y ser deán de la Catedral?

-Ser deán-presidente conlleva la función de coordinar. Ocurre que estamos acostumbrados a que Repetto era deán, párroco, mayordomo y maestro de ceremonias. Yo voy desprovisto de todo ello. Mi tarea es la de deán pero, además, lo mío es delegar.

-Se advierte, conociendo a sucedido y sucesor, que, incluso, hablamos de personalidades distintas. ¿Cómo es el nuevo deán?

-Llevo 27 años de sacerdote y debo ser un caso único, no sólo en Jerez, de haber trabajado siempre en equipo. Nunca he estado sólo. Siempre he trabajado con otros compañeros. Además muy variopintos. Eso da una visión más amplia.

-¿Qué queda de aquel rector del Seminario que fue en el episcopado de monseñor Bellido Caro?

-Queda un grato recuerdo. El cargo de rector del Seminario es duro. Decía don Carlos González que «era una tormenta en un vaso de agua». Ahí están los frutos. Muchos de los seminaristas que tuve comienzan a llegar, incluso, a la Curia.

-Se dice que fue usted obispable.

-Siempre que se nombra a un obispo hay siempre muchos rumores. Estamos bajo el secreto pontificio. Es un mundo muy misterioso y muy interesante. Esto, a veces, es por modas: hubo un tiempo en que eran cercanos a Tarancón y ahora lo son a Rouco. No envidio, como está la situación, a los obispos.

-Dígame, ¿cómo está la situación?

-La sociedad española ha sido siempre una sociedad anticlericcal. Sin embargo, la gente critica a la Iglesia generalizando, pero cuando aterriza en su cura cercano lo defiende. Hay una campaña orquestada contra la Iglesia pero, en estos tiempos de crisis, los pobres acuden a la Iglesia, ni a los Ayuntamientos ni a la puerta de los partidos.

-¿Volveran los jerezanos a ver llena la Catedral?

-Siempre que hay una celebración especial se llena. Y aspiramos a que esto ocurra cuanto más mejor.