Charla. Vicente del Bosque se dirige a los jugadores durante el entrenamiento de ayer en el estadio Ellis Park de Johannesburgo. :: AFP
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La victoria como pensamiento único

Herida y sin margen de error, España quiere vencer y convencer hoy ante Honduras

JOHANNESBURGO. Actualizado: Guardar
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La hora del ser o no ser le ha llegado demasiado pronto a la selección española, obligada a ganar esta tarde (20.30 horas) a Honduras en el mítico Ellis Park de Johannesburgo. Como ocurrió hace 28 años en el Mundial de España, todo lo que no sea la victoria significaría algo parecido a una debacle. Incluso el empate, por mucho que este resultado no vaya a significar, en ninguno de los casos posibles, la eliminación directa del equipo nacional. Ahora bien, si Chile gana hoy a Suiza, sumar un único punto ante los centroamericanos sería casi mortal, ya que a los helvéticos les bastaría con ganar a Honduras el próximo viernes para dejar fuera a 'La Roja' y entrar en octavos.

De modo que no hay alternativa: si España quiere seguir dependiendo de sí misma debe sumar hoy los tres puntos y hacerlo, a ser posible, por una buena diferencia de goles, ya que tampoco puede descartarse un triple empate final a seis puntos entre chilenos, suizos y españoles. En realidad, todo es posible. Eso sí, puestos a buscar combinaciones para los dos partidos de esta tarde, hay una ideal para los intereses de la selección: ganar por dos goles a Honduras y que Suiza venza a Chile. En ese caso, bastaría con empatar ante los de Marcelo Bielsa en Pretoria para pasar a octavos, aunque sea como segundos de grupo. Y a nadie se le escapa que contar con la ventaja de la igualada ante los chilenos, una tropa muy sólida y conjuntada, dibujaría un partido mucho menos comprometido para el equipo de Vicente del Bosque.

España, pese a todo, no quiere hacer cábalas que le distraigan de su gran objetivo: reeencontrarse a sí misma y dar un puñetazo en la mesa que haga vibrar la Copa del Mundo. En el cuartel general de la selección en Pochefstroom flota desde el jueves un aire de revancha. Los jugadores están heridos en su orgullo y arden en deseos de demostrar en el campo que siguen siendo lo que eran cuando llegaron el pasado día 11 a Sudáfrica: uno de los principales favoritos al título. Esa tensión íntima, ese deseo general de resarcimiento, puede ser el gran reactivo que necesita el equipo para demostrar sobre el césped del Ellis Park, a dos o tres grados bajo cero según las últimas previsiones, algo que parece obvio: su manifiesta superioridad respecto a Honduras.

Los 'catrachos' saben perfectamente el partido que deben jugar. Querrán ser Suiza. Así de simple. España, por su parte, también conoce a la perfección cuales deben ser sus argumentos para tumbar a una selección cuya mejor arma es el poderío físico. Y es que de talento, los hondureños andan muy justos, como demostraron ante Chile. Vicente del Bosque suele insistir mucho en la necesidad de ser pacientes, pero todo indica que esta tarde sus jugadores van a salir con el cuchillo entre los dientes, con muchos bríos desde el pitido inicial; nada que ver con lo que hicieron ante los suizos, sobre todo en la primera mitad. Por mucho que España liderase en ese encuentro las estadísticas de remates a puerta y de posesión de balón, y que la derrota llegase por un golpe de mala suerte, los jugadores de 'La Roja' son los primeros convencidos de que deben darle más ritmo y dinamismo a su juego de toque. Un equipo nunca puede parecer empachado. Es el hambre la que le hace peligroso.

El seleccionador no ha soltado prenda sobre el equipo titular. Sacarle una filtración al técnico salmantino es más difícil que hacer hablar a la momia de Amenofis II, de manera que el once no se sabrá hasta dos horas antes del partido. Hasta ese momento, lo que hay son especulaciones, algunas con más fundamento que otras. Existe el convencimiento general de que Fernando Torres saldrá de inicio. España le necesita en su mejor versión y ésta sólo puede alcanzarla jugando partidos. Es así de sencillo. Del Bosque sabe que está obligado a darle minutos. La entrada del delantero del Liverpool, además, no obligaría a retocar casi nada, ya que Iniesta es baja casi segura y su lugar lo ocuparía David Villa, que ya ha jugado otras veces en banda.

No es probable que haya más cambios. Que los hubiera sería, por parte del seleccionador, como asumir que se equivocó en su estreno en el Mundial. Y Vicente del Bosque está convencido de que en Durban actuó correctamente. Se hace difícil pensar que el técnico de 'La Roja' vaya a castigar a un jugador de su predilección como Silva por un mal partido, lo que permitiría la entrada de Navas, y todavía menos que desmonte su pareja de medios centros, Xabi Alonso y Busquets, en la que tanto confía y a la que considerable indiscutible para los partidos de alto rango. Y mucho menos después de hacer escuchado las palabras de Luis Aragonés pidiendo precisamente ese cambio y criticando el juego que desplegó España ante Suiza. Respecto a Honduras, Reinaldo Rueda sólo tiene la duda de Suazo, que no pudo jugar contra Chile y es, sin duda, el arma más peligrosa de los 'catrachos'. Lo lógico es que 'la pantera' arriesgue y juegue. Tras perder ante Chile, el seleccionador hondureño aseguró que su equipo ya había disputado el partido más difícil de la primera fase. España tiene que demostrarle que estaba muy equivocado.