El teatro, otra pasión que se cultiva a diario con los compañeros

«Al principio, cuando entré, pensaba que sería todo mucho más simple. Pero poco después me di cuenta de todo lo que se mueve para montar una obra de teatro...». Óscar Gallego entró en el grupo de teatro del Drago porque le picó la curiosidad. «Siempre me ha gustado y aparte de estar sobre el escenario también te haces una idea de cómo es ese mundillo y la cantidad de personas que han de trabajar para sacar adelante una obra». 'El sí de las niñas', del ilustre Leandro Fernández de Moratín, ha sido el último montaje en el que ha participado, junto a su compañera, Marta. «Quiero estudiar Trabajo Social. Iré a la universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Y allí se que tienen grupo de teatro. Siempre me ha gustado, desde pequeña». Aunque ninguno de los dos piense dedicarse de forma profesional, tienen muy claro que mientras puedan, no se desvincularán del mundo del teatro. Ahora ultiman un drama, 'La cruzada de los niños de la calle', con la que despedirán el curso para sus familiares y compañeros.