
«De niña me acomplejaba llamarme Gregoria»
«Me parece de mal gusto que me pregunten por Penélope para cotillear» Goya Toledo Actriz
Actualizado: GuardarLleva años soportando dos carreras paralelas. La suya como actriz, y la que le ha adjudicado la prensa como 'mejor amiga de Penélope Cruz'. Y en ambas se muestra insobornable. Goya Toledo (Arrecife, 1969) aún tiene algo de aquella niña que se crió entre volcanes, aunque ahora vaya mucho a Hollywood y se codee con su gran mito: Susan Sarandon.
- Me han dicho que acaba de mostrar a la prensa su rincón secreto. Usted, tan reservada...
- No, no, je, je. Mostré algunos rincones que me gustan. Hice un trabajo publicitario para Philips sobre iluminación, y he descubierto que puedes encender velas en casa sin miedo a olvidarte de apagarlas.
- La iluminación para una actriz es fundamental.
- Sí, pero a mí si tengo que hacer un personaje oscuro no me importa salir poco favorecida.
- ¿Se ha visto alguna vez irreconocible?
- En 'Las 13 rosas'. Me veo y no me reconozco de lo dura que estoy. Hay momentos en los que me doy hasta miedo.
- Suele hacer de sufridora. ¿Lo es?
- A veces. Pero de lo que huyo es de ir de víctima, me pase lo que me pase. La vida al final es responsabilidad nuestra. Y una vez que lo asumes, es un alivio. Además, soy positiva. Cada vez que algo va hacia abajo no pienso más que en hacerlo subir. Hago por no hundirme.
- Nació y se ha criado en Lanzarote. ¿Eso marca?
- Es como si te criaras en el campo. Y eso quita tontería.
- ¿Le llama alguien Gregoria?
- Alguna amiga. En Madrid, la peña me llama Gregor. De pequeña me daba mucho complejo llamarme Gregoria. Era horrible; lo pasaba fatal en el cole. Ahora en cambio me encanta. Me pusieron Gregoria Micaela. El primero por mi madre y el segundo, por una tía. Algunos me llaman Yoyi.
- ¿Y cómo nos ve a los godos, Yoyi?
- No llamamos godos a todos los peninsulares. Sólo a aquellos que llegaban a la isla y nos miraban por encima del hombro. Pero yo he conocido a gente maravillosa en la península.
- ¿Es muy de mar?
- Soy más de cielo. De cielo abierto, de estrellas. Esa sensación de inmensidad, de infinito me apasiona. En mis momentos de relax me voy a un sitio de Lanzarote que es todo volcán y me tiro allí, a echarme la siesta. Salgo como nueva.
- ¿También es volcánica?
- ¿Se refiere a si tengo estallidos? Pues sí. Hay veces que acumulo tensiones y luego... ¡Estalla el volcán! Pero cada vez me pasa menos, porque intento decir las cosas que me molestan. Puedes tener cinco minutos de 'erupción' con alguien, pero sabes que luego limpias y te quedas genial.
- Nunca ha trabajado con Pedro Almodóvar.
- Y me encantaría. Hice una cosa de doblaje en 'Los abrazos rotos', pero nada más.
- ¿No tiene enchufe como amiga de Penélope?
- Esto no funciona así. Si me llama, que ojalá sea que sí, será porque me ve en un personaje determinado. Él me conoce.
- ¿Y nunca le ha tirado usted los tejos laboralmente hablando?
- Para eso soy bastante tímida.
- ¿Le cansa la etiqueta de 'Mejor amiga de Penélope'?
- Noooo. Y ojalá seamos amigas toda la vida, que lo vamos a ser. Lo que detesto es que me pregunten por ella para cotillear. Es de mal gusto.
- Un tópico típico de actrices: A partir de los 40 ya no te ofrecen papeles de protagonista.
- Falso. Yo tengo 40 y últimamente no paro de hacer protagonistas de esa edad. La mujer de 40 actual es la de 30 de antaño.
- ¿Qué edad tenía cuando salió de Lanzarote?
- Unos 17 años. Soy la pequeña y mis hermanas me dieron el empujoncito. Lo primero que hice fue apuntarme a clases de teatro con Cristina Rota, donde conocí a Penélope.
- ¿Darían para una comedia sus comienzos juntas?
- Sin duda. Pero si lo contamos, no se lo iba a creer la gente.