Filtraciones

Han andado en el PSOE algo nerviosos estos últimos días, gastando mucha energía en tratar de averiguar quién o quiénes filtraron a dos periódicos locales –LAVOZ uno de ellos– los datos de una encuesta realizada por el propio partido y que, curiosamente, sitúa al principal partido de la oposición, el PP, al borde de la mayoría absoluta; unos resultados que, por tanto, vaticinan poco menos que una hecatombe de la formación liderada por la alcaldesa Pilar Sánchez en las elecciones municipales del año que viene. Lo que más ha llamado la atención a muchos es que en la misma se pregunte también por otros posibles candidatos socialistas, la diputada nacional Mamen Sánchez y el ex consejero Antonio Fernández, con quienes el PSOE saldrían bastante mejor parados. Y, claro, las viejas heridas se han reabierto por enésima vez en un partido fracturado y en el que las luchas internas son demasiadas veces ya a cara de perro.

Unos dicen que la publicación de la encuesta –que lo existe por mucho que algunos se empeñen en tildarla de «supuesta»– se forzó para perjudicar al bando socialista contrario. O para beneficio del propio, como se prefiera. Ni siquiera en eso se ponen de acuerdo. Que si se ha hecho para ponerle más piedras en el camino a Pilar Sánchez, que si lo que quieren es posicionar definitivamente a un candidato/a alternativo/a, que si la puñeta se la han hecho realmente a Mamen Sánchez y/o Antonio Fernández... Han especulado hasta la saciedad sobre el origen de la filtración. Hay quien ha apuntado directamente al PP. Curioso esto último, aunque quizá se haya tratado de una maniobra inteligente: por un lado, trata de exculpar a los de dentro y, de paso, se apunta al ‘enemigo’ natural, al gran rival político, que es el PP.

Desde aquí invito a todos, de un bando y otro, de los pilaristas y de los críticos, porque de los dos los hay, a que cesen en sus intentos –algunos más originales que otros, la verdad– de sacarle a quien suscribe nada. Muerden en hueso. El filtrador puede estar tranquilo, que el menda no va a traicionarle. Jamás. Bajo ningún concepto. Así que estoy seguro de que nadie más sabrá nunca quién chivó los resultados de la encuesta a LAVOZ, que, dicho sea de paso, desconozco si fue el mismo que lo hizo al otro medio de comunicación jerezano.

Todo esto evidencia, en cualquier caso, una triste realidad: la encuesta confirma que el PSOE tiene un grave problema en Jerez y no están centrando sus esfuerzos en solucionarlos, sino en intentar cazar al chivato. Importa más castigar al ‘traidor’ que dejar a un lado las diferencias y sentar las bases de un proyecto político sólido, unido y sin fisuras de cara a las próximas elecciones municipales. Las guerras intestinas le están haciendo mucho daño al Partido Socialista y, sobre todo, a la ciudad. ¿Ninguno de ellos es capaz de darse cuenta?