CAMBIO EN EL GUIÓN

A las primeras de cambio, tortazo a las aspiraciones de España. La máquina de hacer fútbol de la que hace una semana hablábamos maravillas encara su segunda cita mundialista envuelta en un mar de dudas. La espina dorsal del Barcelona no carbura en Sudáfrica y el guión previsto ha saltado hecho añicos. Tiembla el Brasil del irreconocible Kaká porque sin comerlo ni beberlo podría vérselas con la 'Roja' en octavos el próximo 28 de junio. Luis Aragonés regresa del limbo y pone en entredicho la solvencia de los nuestros. Las cómplices miradas entre Casillas y Carbonero en la zona mixta son una invitación al comentario más soez de la prensa rosa y la euforia ha dado paso al pesimismo de unos enviados especiales que se ven de nuevo en casa antes de julio. La 'Roja', fiel a su tradición, se afea en las citas mundialistas y ahora se enfrenta al peso de una estadística que dice que jamás la campeona del mundo perdió su primer partido. De momento, nos esperan sendos compromisos sudamericanos que ojalá sirvan para recuperar una autoestima perdida en apenas 90 minutos. Hay que sumar seis puntos y pedirle a Suiza que siga jugando como hasta ahora, ya que de lo contrario o hacemos las maletas o nos espera la 'canarinha' cuando ya el margen de error sea cero. Pobre Zapatero; ahora que Europa le había dado un voto de confianza a su plan de ajuste, llega la España de Del Bosque y le amarga su perenne sonrisa forzada. Con el fútbol uno no gana para disgustos y ahí están Pau Gasol, Alonso, Nadal y Lorenzo para convencernos con argumentos de todo tipo de que hay vida más allá del balompié. Pero estamos hablando de una pasión hecha para masoquistas, pues no se entiende de otra manera que un tal Raymond Domenech se empeñe en destrozar las aspiraciones de una selección y los sueños de una nación con el patético recital que viene dando la selección francesa.