Rajoy, durante su intervención de ayer en Cataluña. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy augura conflictos judiciales si la reforma laboral no se modifica

Sostiene que los mercados observan «con incertidumbre» el futuro económico de España y «dudan» de su solvencia para pagar

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy pronosticó que si no se cambia la reforma laboral aprobada por el Gobierno se convertirá en «un germen de conflictos» entre trabajadores y patronos ante los tribunales. El líder de la oposición sostuvo que la modificación es confusa, cuando debería ser «clara y entendible» para no estar sujeta a «interpretaciones».

El presidente del PP acudió ayer a Barcelona para la proclamación de los cabezas de lista provinciales de su partido para las elecciones catalanas de otoño y aprovechó su intervención para anunciar que intentará modificar la reforma durante su tramitación como proyecto de ley porque el texto «no es claro». Rajoy se refería, entre otros aspectos, a las circunstancias de los despidos, así como con la aplicación de los convenios colectivos.

Rajoy confirmó así, sin decirlo de forma explícita, que los populares facilitarán con su abstención o con el voto a favor en el Congreso, no lo aclaró, que el decreto se convierta en proyecto de ley. El PP, sin embargo, tendrá difícil incluir cambios de calado porque el Gobierno ya ha anunciado que el margen para las enmiendas es reducido porque no va a permitir que se desvirtúen los aspectos troncales de su iniciativa.

Dudas y solvencia

Consideró que la reforma es un buen ejemplo de la forma de actuar del Gobierno, que elude el consenso con la oposición, impulsa normas que, más que crear seguridad en los mercados, generan incertidumbre por la confusión de sus enunciados y lleva a cabo una política errática.

El resultado de todo esto es, añadió, que hay «dudas» sobre «nuestra solvencia» para pagar la deuda pública en los mercados internacionales y existe «incertidumbre» sobre las expectativas económicas. Una situación, dijo, que es «lamentable» porque España es «un gran país en el que se puede confiar» y sólo necesita un Gobierno que establezca «un rumbo cierto».

El líder de la oposición aseguró que el PP es «la única garantía» para que se produzca ese cambio porque genera «certidumbre» y asegura que habrá «sensatez y estabilidad» en sus políticas sin espacio para «las veleidades ni para las sorpresas». «Somos -remató- el cambio de verdad», a diferencia del Gobierno socialista, que es la «confusión total» por su «improvisación y bandazo permanente, y la ocurrencia continuada».

Explicó además que las recetas que defiende para España son aplicables para Cataluña, donde su partido puede jugar un papel decisivo en las elecciones autonómicas. Unas pretensiones que pueden desvanecerse si se cumplen los pronósticos que apuntan las encuestas.

Un sondeo publicado ayer por 'El Periódico de Catalunya' señala que la federación nacionalista podría obtener entre 65 y 67 escaños y bordearía así la mayoría absoluta de los 68 diputados. La segunda fuerza sería el PSC, con entre 30 y 32 actas parlamentarias; la tercera posición se la disputaría en PP, con 13 ó 14 diputados, y Esquerra Republicana, de 12 a 13; mientras que Iniciativa per Catalunya se quedaría entre los 10 ó 12 escaños.