El PSOE da órdenes para la gran caja

Griñán ya ha manifestado públicamente lo que venía siendo un secreto a voces, que Unicaja y Cajasol intenten salvar la posición andaluza tras el proceso de fusiones en el que las grandes cada vez lo son más. Tras la frustración con CajaSur y la fusión fría de Granada con las levantinas, ya sólo quedan dos. El presidente está dispuesto a echar toda la carne en el asador para lograr que estas dos se «miren», aunque sea sin amor y sólo por pura conveniencia.

Es aquí donde entra de nuevo Rafael Velasco. Tendrá la misión de conducir la negociación con el PP para que los representantes de ambos partidos vayan en la dirección mencionada, la de unir a Cajasol con Unicaja. Ya ha habido conversaciones entre ambos y las seguirá habiendo, pero el PP quiere que las conversaciones suban de nivel. Presionan para que sea Griñán quien hable con Arenas. El presidente andaluz se resiste, afirma que él tiene confianza en Velasco y que no debe, por su cargo institucional, inmiscuirse directamente en el proceso. Sin embargo, cabe esperar ese encuentro, esa reunión o charla telefónica en la que ambos dirigentes sumen esfuerzos para que las entidades andaluzas cojan músculo y no se queden rezagadas o a merced de otras más poderosas que le hinquen el diente. Hay que recordar que aunque los órganos de las cajas sean autónomos, como los alcaldes de los ayuntamientos, son los partidos los que colocan a sus representantes. Algo tendrán que decir en esto.