Marsans despedirá a más de la mitad de sus trabajadores
UGT califica de «tomadura de pelo» la propuesta de los nuevos gestores, que plantean un ERE para hasta 1.500 empleados
MADRID. Actualizado: GuardarDiez días han tardado los nuevos dueños de Marsans en anunciar el recorte. Posibilitum (el vehículo a cuyo frente se encuentra el 'rescatador' de empresas Ángel del Cabo, nuevo propietario del grupo) lo tiene bastante claro: hay que despedir, y mucho. El director general de Marsans, Iván Losada, que durante dos meses ha analizado de forma muy detallada los números de la empresa, calcula que de los actuales 2.079 empleados (desde enero se han 'escapado' más de 1.000) sólo se puede mantener como mucho a entre 600 y 900. Es decir, bastante más de la mitad de la plantilla parece abocada a la cola del paro.
Y así se lo ha transmitido Losada al comité intercentros de la firma, que aún no sale de su asombro ante la ausencia de cualquier plan de viabilidad que no sea el del adelgazamiento. El secretario general de la Federación Estatal de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, Miguel Ángel Cilleros, asegura que lo conocido «es una tomadura de pelo y no es, ni de lejos, un plan de empresa normal». Cilleros deja claro que «ésta es la herencia de Gerardo Díaz Ferrán que, aunque quiera, no se va a ir de rositas». Las dudas del sindicato (mayoritario en Marsans) se centran en la ausencia de explicaciones sobre qué se hará con los hipotéticos beneficios o al menos recursos obtenidos con la venta a partes del grupo.
El presidente de la CEOE afirmó apenas doce horas después de deshacerse de Marsans que los trabajadores no tenían «por qué preocuparse». Pero sí hay miedo. «Vienen a dinamitar la empresa», sentencia Cilleros, que no duda en reconocer sus «temores» sobre el proceso que ahora se abre pues teme una negociación del ERE un tanto «extraña».
La dirección de Marsans envió a los medios de comunicación más datos que a los sindicatos, a los que no entregó «papel alguno», según Cilleros. En esa nota, la empresa señala que la viabilidad pasa por «recuperar la actividad comercial y activar las ventas, un estricto ajuste de costes y por la venta de activos no estratégicos».
«La situación es tan sensible que el plan de negocio debe cumplirse al 100%». De otro modo, añade el texto, Marsans «no será viable».
Negociaciones
Para levantar la actividad, los nuevos gestores dicen haber contactado con la patronal de las aerolíneas (IATA), que retiró a Marsans la licencia para vender billetes, en busca de un nuevo permiso.
Del mismo modo, la firma asegura que ha mantenido reuniones con turoperadores «dispuestos a trabajar con Marsans con las convenientes garantías». Lo que no aclara la empresa es cuáles son esas garantías. En las últimas semanas antes de que Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, vendieran el grupo a Posibilitum por 600 millones (casi todo deuda), todos los turoperadores y navieras exigían a Marsans el denominado prepago de las reservas. En otras palabras, que el cliente abonara el total del coste del viaje y que ese dinero no quedara en manos de la agencia sino que fuera directamente al proveedor.
Eso hizo que miles de clientes huyeran a la competencia. El objetivo, dicen las mismas fuentes, es tratar de vender paquetes vacacionales y hoteles.