El 'Niño' Torres quiere dar juego de nuevo

«El estilo de la selección está definido, pero eso no significa que no haya versatilidad y que no se puedan encontrar otras opciones. Los rivales nos conocen, sí, pero tenemos armas para contrarrestar y superar a los equipos que nos esperan atrás». Estas palabras de Xabi Alonso, pronunciadas ayer durante la rueda de prensa que dio en compañía de Gerard Piqué, son el mejor retrato posible de la situación en la que se encuentra España tras la inesperada derrota ante Suiza. La selección oscila entre la defensa firme de sus principios futbolísticos y la convicción general de que al grupo le conviene una vuelta de tuerca, un reactivo.

En este escenario aparece un hombre: Fernando Torres. Todo indica que el delantero del Liverpool será la gran novedad en el once ante Honduras. El jugador va a más. Ayer marcó cuatro goles en el partidillo con el que se cerró el entrenamiento, una sesión en la que no participó Sergio Ramos, que arrastra un golpe en las costillas que no le impedirá estar disponible el lunes, y en la que Iniesta se ejercitó por su cuenta, haciendo carrera continua en compañía del readaptador Hugo Camarero. No quiso dar ninguna pista Vicente del Bosque, que mezcló titulares y suplentes. Será hoy, muy probablemente, cuando pruebe el equipo que opondrá a los 'catrachos'. De ahí que el entrenamiento vaya a ser a puerta cerrada.

La entrada en escena de Fernando Torres premia la constancia de un futbolista que lleva un 2010 negro. El madrileño, con diferencia el jugador español más popular en Sudáfrica se rompió el menisco externo de la rodilla derecha el pasado 14 de enero. Fue operado en Barcelona y estuvo mes y medio de baja. Volvió a jugar, pero al poco tiempo le reaparecieron las molestias. A mediados de abril, tras marcar dos goles al Sunderland, el delantero de los 'reds' tuvo que parar y volver a operarse. Desde entonces, lo suyo ha sido una carrera contra el reloj que a punto ha estado de dejarle fuera del Mundial. De hecho, 'el Niño' llegó a Sudáfrica sin haber podido jugar más que un puñado de minutos en el último amistoso ante Polonia, lo que representaba un serio problema para Vicente del Bosque y para España.

Un gran goleador

Y es que Torres es mucho Torres. Hablamos de un goleador de primer nivel mundial que, incluso en una temporada penosa para él, ha ofrecido unos números de crack: 18 goles en 22 partidos. Xabi Alonso es el primer en reconocerlo. «Nos ofrece potencia, rapidez y delante del portero define muy bien. Es una gran noticia que se haya olvidado de su lesión de rodilla. Estoy seguro que va a ser muy importante para todo el recorrido que nos queda de Mundial», declaró ayer. Es cierto que, ante Suiza, el delantero madrileño no estuvo fino. Le costó encontrar su sitio y se le fueron largos un par de controles en carrera. Ahora bien, España cambió con él. Y es que, por lo visto en Durban, los centrocampistas de la selección necesitan a alguien más que a Villa desmarcándose por delante de ellos.

Llegados a este punto, quedan dos dudas. La primera es quién será el damnificado por la titularidad de Torres. La impresión es que será Silva. En ese caso, Villa caería a la banda izquierda e Iniesta pasaría a la derecha. El otro interrogante que sobrevuela a la Roja tiene que ver con si el de Fernando Torres será el único cambio que haga Del Bosque. Se viene hablando mucho de que Busquets se caerá del equipo, de que jugar con dos medios centros puede ser excesivo ante Honduras. El catalán, sin embargo, se ha convertido en un fijo para el seleccionador.

Si se decide a sacrificar a Busquets, lo que abriría las puertas a Cesc Fábregas o a Jesús Navas, Xabi Alonso jugaría solo por delante de la defensa, algo que no le preocupa al de Tolosa. «Si tengo que hacerlo, no ha problema», aseguró. "Sergio y yo hemos jugado juntos muchas veces y ha funcionado. Pero es muy fácil decir algunas cosas una vez visto el resultado. Son valoraciones ventajistas».

Lo que no falta en el grupo de Vicente del Bosque es mentalidad competitiva. Las ganas de revancha flotan en el hotel de concentración de Pochefstroom. Gerard Piqué lo dejó claro. «Este equipo ha demostrado que está preparado para afrontar grandes retos. Lo gente lo sabe y por eso confía en nosotros, que somos los primeros convencidos de que estamos capacitados para sacar esto adelante. Ahora tenemos dos partidos ante Honduras y Chile que vamos a afrontar como si fueran finales», dijo. También Xabi Alonso insistió en ello y, durante su intervención, recordó en varias ocasiones que España no puede volver a fallar. «Nuestro margen de error es cero y somos muy conscientes de ello. Nuestra mentalidad es absoluta de cara a los dos próximos partidos», sentenció.