El entrenador Paul Le Guen habla con Eto'o. :: REUTERS
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Holanda busca sellar su clasificación a octavos ante la combativa Japón

En el otro partido del grupo E, Camerún y Dinamarca juegan un duelo a vida o muerte para mantener sus esperanzas de pase

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El grupo D afronta hoy su segunda jornada con dos partidos bien distintos. En el primero, Holanda y Japón lucharán por una victoria que les sirva para poner pie y medio en los octavos de final. Todo lo contrario les sucede a Camerún y Dinamarca, ambas derrotadas en la primera jornada, a quienes un mal resultado podría llevarlas a sacar prematuramente el billete de vuelta.

En Durban, Holanda intentará sacudirse la mala imagen mostrada en su debut ante los daneses, un mal juego que desentona con la frescura y juego de ataque que siempre se le presupone a la selección 'orange'. El técnico Bert Van Marwijk no podrá contar aún con Robben, si bien el jugador del Bayern evoluciona positivamente de sus dolencias físicas y podría estar listo ya para el choque ante Camerún. En el bando nipón, su técnico, Takeshi Okada, confía para vencer a los holandeses en la sólida zaga sostenida por dos hombres de contención por delante, Matsui y Shunsuke Nakamura, que formarán parte también del inicio de la elaboración de las acciones de ataque.

Cara o cruz

Camerún y Dinamarca, que debutaron con derrota en el Mundial, se juegan hoy seguir con vida en el torneo en el choque que cierra la jornada, aunque en caso de un empate en el Holanda-Japón, el que pierda en Pretoria quedará automáticamente eliminado. Por ello, la selección camerunesa dirigida por el francés Paul Le Guen saldrá a intentar recuperarse, pese a los rumores de conflictos internos y división de grupos dentro de la lista de 23. «Es realmente un partido de vida o muerte. Tenemos que ganar si queremos seguir teniendo oportunidades de avanzar», afirmó el centrocampista de los 'Leones Indomables'.

Los cameruneses estuvieron muy erráticos frente a la portería contra los nipones en su debut y lo terminaron pagando. Su líder, Samuel Eto'o, quedó en deuda, a pesar de que sus compañeros dominaron el encuentro a lo largo de todo el segundo tiempo. «Perdimos una batalla pero no la guerra», recordó su compañero Nicolas Nkoulou. Pero en el campo danés sienten lo mismo. Será a todo o nada y gran parte de la historia pasa por los goles de Nicklas Bendtner, artillero del Arsenal que prácticamente pasó desapercibido en el debut, en medio de un once ultradefensivo.