DECEPCIONES
Actualizado: GuardarSeguimos acumulando decepciones. Cuando creíamos que la celebración del bicentenario iba a ser como aquel 'Mr. Marshall' de Buñuel, que nos iba a traer toda clase de parabienes, vemos como, a dos años vista, se nos van desmoronando todas las ilusiones. Ya teníamos asumido que los hoteles no iban a estar, ahora, más que asumido lo vemos como una cruda realidad. El proyecto de la Plaza de Sevilla, Aduana aparte, sigue durmiendo el mayor letargo que se haya visto y tampoco se ha empezado. Teníamos todas nuestras esperanzas puestas en el nuevo puente, sí, ese al que la nefasta Magdalena Álvarez le puso la proa desde el principio y le cambió el nombre a su antojo. Cuando mejor lo teníamos y veíamos como, poco a poco, emergían los pilares en la Bahía haciéndonos ver la majestuosidad de su trazado, llega la crisis y, a pesar de las promesas de Pepiño Blanco, le pegan un recorte de padre y muy señor mío. Desde hace ya más de un mes sólo se ve en la obra algunos tractores abandonados y algún que otro operario con su casco deambulando por allí, otra decepción.
Pero aquí no queda todo, los que oíamos por la radio el pasado domingo la transmisión de Manolo Camacho desde Huesca, sufríamos otra notable decepción. El Cádiz, salvo un milagro muy milagroso de algún santo del cielo, va a volver al pozo. Si hace un par de semanas, después de echarle un par de bemoles, los jugadores habían conseguido ilusionarnos con celebrar el centenario del club al menos en 'Segunda A' van, pegan dos pildorazos seguidos como los que han pegado durante todo el año, y nos vuelven a meter en el cajón del descenso. No tenemos arreglo, somos la ciudad de las decepciones, y para colmo, pierde España con Suiza.