Al menos quince muertos en las inundaciones del sureste francés

El sureste de Francia amaneció devastado. Las lluvias torrenciales, que asolaron durante la noche del martes y la madrugada de ayer la turística región de Draguignan y Saint-Tropez dibujaron un paisaje demoníaco. «Esta mañana nos hemos despertado con una situación caótica: casas destruidas, calles inundadas con aguas que llegaban hasta los dos metros de altura, carreteras cortadas...», describía a primera hora Corrine Orzechowski, responsable de la Prefetura del departamente de Var, una emisora de radio. Aún las peores noticias estaban por llegar.

A los graves daños materiales que se registraron en la comarca había que sumar la pérdida al menos de quince vidas y la desaparición de otra docena de personas. Además, cientos de habitantes tuvieron que abandonar sus hogares y refugiarse en centros de acogida abiertos con urgencia en colegios.