Los Lakers fuerzan el séptimo partido
Pau Gasol fue decisivo en la transformación de los angelinosEl de Sant Boi acaricia el 'triple doble' y vuelve a hacerse dueño del juego interior ante unos Celtics perjudicados por la lesión de su pívot Perkins
MADRID. Actualizado: GuardarLos Lakers se transformaron en el sexto partido de la final contra los Celtics, a quienes arrollaron en el Staples Center (89-67), y forzaron el séptimo y definitivo que decidirá el anillo la madrugada de hoy al viernes, a partir de las tres de la mañana (hora española), también en cancha angelina. El orgullo y el juego colectivo de los vigentes campeones salieron a relucir en un choque vital, cuando los Lakers estaban a una derrota de quedarse sin título, y liderados de nuevos por Kobe Bryant (26 puntos y 11 rebotes) y Pau Gasol , que rozó el 'triple doble' (17 puntos, 13 rechaces y nueve asistencias), han recuperado las mejores sensaciones para revalidar la corona.
Sólo una vez en los últimos 16 años se ha resuelto el campeonato en un séptimo partido -cuando los Spurs sentenciaron en 2005 a los Pistons- y los renacidos Lakers están ahora en la posición soñada. Además, han dado un importante golpe de autoridad a unos Celtics que, perjudicados también por la lesión de rodilla del pívot Kendrick Perkins, en nada se parecieron a los del quinto encuentro de la serie. «Hemos mandado un mensaje», reconoció Gasol .
El hambre de gloria, la agresividad, la intensidad, la defensa, el poderío interior (52 rebotes frente a 39) de los Lakers y, por fin la aportación del banquillo, limitaron a los Celtics a un 33,3% en tiros de campo y abrieron de par en par las puertas del éxito.
Con los campeones, ansiosos de venganza por la final perdida hace dos años, obligados a no fallar, aunque los temidos Celtics se hayan reservado para darlo todo en el último momento e intentar dar el gran golpe, la NBA se decidirá a un todo o nada en 48 minutos.
El que más jugó
A pesar del cansancio que va haciendo mella en él -tuvo que actuar 41 minutos, el que más tiempo estuvo en pista en todo el partido-, Gasol volvió a erigirse inmenso en la pintura, jugó e hizo jugar. Después de no haber dado un solo pase de anotación en el encuentro anterior, se destapó como asistente y le ganó la partida a su 'bestia negra' Kevin Garnett. De «sensacional» tildó Kobe la actuación de Gasol , que beneficiado por la ausencia de Perkins intimidó y mandó en la zona, con ayudas en defensa para que Garnett se quedara con 12 puntos y seis rebotes y con una interpretación del baloncesto que da un plus a los Lakers. Otra gran noticia para los Lakers es que, además de la resurrección de Ron Artest (15 puntos) y Lamar Odom (10 rebotes), Perkins es duda para el último encuentro.
Más importante que el físico del que presumen los Celtics debería ser a la hora de la verdad el estado de ánimo, y en este aspecto, de momento, los Lakers vuelven a estar un peldaño por encima. Sólo les queda un último esfuerzo.
Todo queda en manos de la conexión Kobe-Pau, pero también de los reservas a quien tanto se les ha criticado a lo largo de la temporada. La duda a despejar es la respuesta de los indomables Celtics. Ahí está el verdadero peligro para los Lakers. Los de Boston son un bloque que asusta, pero con la mentalidad que mostraron los Lakers la madrugada del miércoles, el segundo anillo ya no le escapa a Gasol.