Los caladeros en aguas gaditanas han capturado 900 toneladas. :: O.CH.
Ciudadanos

El futuro de las almadrabas pasa por la investigación científica del atún

La drástica reducción de capturas podría llevar a la ruina a la pesquería, que esta temporada ha soltado atunes de los copos

BARBATE. Actualizado: Guardar
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La polémica sobre si hay que preservar la especie (y por tanto reducir las capturas a nivel internacional), o se puede seguir pescando el atún rojo como hasta ahora, vuelve a la palestra.

De un lado están quienes consideran, como los ecologistas, que corre serio peligro de extinción. Esta afirmación no la comparten todos los científicos, y por supuesto, tampoco coincide en absoluto con los datos que arrojan las cuatro almadrabas gaditanas en esta temporada. Y es que, según explican desde el sector, este año «se podría haber capturado mucho más atún», ya que ha sido un año con «un paso muy bueno» y las condiciones han sido «muy favorables en las almadrabas», teniendo en cuenta el estado de las aguas y de los vientos.

Son palabras de Diego Crespo, presidente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, que explicó ayer que las pesquerías artesanales de Tarifa, Barbate, Conil y Zahara han alcanzado ya su cupo máximo de capturas (cercano a las 900 toneladas en total), y han tenido que soltar atunes. Los almadraberos siempre han defendido que su arte es una tipología de pesca sostenible, puesto que es la propia naturaleza, en base a ciclos históricos, la que hace que un año sea bueno de pesca o no. Dicho de otra forma, hay temporadas en las que las capturas bajan, y en los años sucesivos éstas aumentan; en ningún momento se interviene sobre los túnidos para capturarlos. Por ello piden a las autoridades una regulación especial, de tal manera que en años de buena pesca como sería éste de 2010 ellos puedan capturar las toneladas que no alcanzaron, por ejemplo, en años de peores datos como 2008. Esa autorización parece difícil de asumir en estos momentos, dada la presión internacional y la progresiva reducción de capturas que la comunidad internacional se está auto imponiendo, para tratar de salvar una especie sobreexplotada por las flotas industriales.

El responsable de la Organización de Productores Pesqueros recordó ayer que las almadrabas están colaborando activamente con los científicos. Prueba de ello es que los atunes que sueltan las almadrabas son «cuenteados» por el Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Estos ejemplares se utilizarán para recabar los datos que luego utilizará este organismo para hacer su evaluación y sus informes sobre la especie. De ahí saldrá también la cifra de atunes que esta pesquería podría haber capturado, y una estimación real de la situación del recurso.

Balance y proyección

Sea como fuere, las almadrabas gaditanas siguen con la soga al cuello, y reiteran que tienen muy difícil alcanzar la rentabilidad de su actividad con cupos «tan escasos» como el de este año. En 2010 la temporada se ha saldado con 670 toneladas de atunes capturados en cuota inicial, a las que sumaron 90 del Fondo de Maniobra del Ministerio de Medio Ambiente, y 130 toneladas más adquiridas a otras flotas. La actividad almadrabera necesita cubrir los costes de explotación, que desde el sector se califican como «muy elevados», al necesitarse una alta cantidad de mano de obra.

En estos momentos en la provincia más de 400 familias viven de forma directa de las almadrabas. En estos días los cuatro caladeros pondrán fin a su actividad. La primera en hacerlo ha sido la almadraba de Barbate. El futuro sigue muy negro para esta actividad milenaria en aguas gaditanas.